Si bien el transporte refrigerado no es tarea fácil, sí es un segmento del mercado con una interesante expectativa de crecimiento, ya que por un lado ofrece áreas de oportunidad para transportistas que buscan dar un paso adicional a la caja seca, pero por el otro lado, supone un reto constante tanto para las empresas que ya participan como para quienes deciden llegar a él.

En este sentido, el gurú de la logística en México Arturo Frías destaca, durante su participación en el podcast Ruta TyT, considera que hay espacio suficiente para que más transportistas participen y crezcan; sin embargo, destaca que hay una serie de puntos que deben atender al incursionar en este segmento; además de que hay temas estructurales que deben avanzarse para seguir aprovechando su potencial, como la infraestructura y el parque vehicular necesarios.

«La cadena fría es mucho más compleja que una seca, tiene varios aspectos que la hacen más complejos, y uno importante, como todos lo sabemos en logística, es la infraestructura, es decir, qué tanta capacidad tenemos para almacenar y para transportar en este flujo de movilidad los productos que requieren temperatura controlada», señala.

Aquí puedes escuchar el episodio de Ruta TyT con Arturo Frías:

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El también director general de Global Logistics Consulting reitera que transportar mercancía sensible a la temperatura es un juego diferente, con condiciones que no existen para los no perecederos, ya sean normas más estrictas de sanidad de alimentos o fármacos; o clientes más exigentes respecto a la calidad de la mercancía que reciben; o la propia complejidad de las unidades de refrigeración… el hecho es que mover este tipo de carga demanda mayor atención.

Frías resalta que, de acuerdo con estudios recientes para dimensionar el mercado de la cadena fría en varios países, Estados Unidos tiene un mercado valuado en cerca de 39,000 millones de dólares e Inglaterra de 23,000 mdd; mientas que en México este valor es apenas de 4,780 mdd.

Respecto al desafío de la infraestructura, agrega que EU cuenta con 131 millones de metros cúbicos (m3) en cámaras refrigeradas, en grandes almacenes refrigerados; y México tiene sólo 15 millones de m3. Si a estos datos se les considera su población, el país debería contar con 50 millones de m3.

«Estamos con un déficit de 35 millones de m3; más del doble de lo que tenemos. En conclusión, no hay almacenes que puedan asegurar para gestionar todos los productos que hoy en México se pueden mover o se deben mover en la cadena fría. Ahí tenemos una gran gran oportunidad».

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Y añade que antes las expectativas de que la población en el país ascienda a 150 millones para el 2025, desde los 127 millones en la actualidad; esta situación se agudiza, ya que la escasez de capacidad de almacenamiento sería aún mayor: «Tenemos que meterle una gran velocidad a construir esa capacidad».

En otro punto, destaca que en el transporte se habla de un parque vehicular en México de 1.5 millones de unidades, de las cuales 7.6 representan cadena fría, es decir, están acondicionados para manejar y transportar con una sola temperatura o hasta en temperaturas múltiples. Así, el requerimiento al consumo de frío y congelado contra el total de consumo en materia de alimentos es el 20%, por lo que hay un déficit de 12.4 en este otro factor clave de la logística en cadena fría.

Para combatir estos déficits, el gurú de la logística en el país explica que la pospandemia generó una tendencia para tener más controlado y acercar el aprovisionamiento, conocida como el nearshoring, lo que presiona a México para construir las capacidades que le faltan.

«Yo ya estoy viendo a muchos desarrolladores de parques (industriales), si no es que la gran mayoría de los medianos y grandes; trabajando durísimo en varios puntos específicos que les acomoda más en el nearshoring, como el Bajío y Nuevo León y algo de frontera. (…) Traernos solo un 1% de nearshoring a México significa duplicar la capacidad instalada, no hay de otra más que empezar a construir».

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Detalla que al contar con estas instalaciones, con un stock centralizado, se permea la distribución a operadores logísticos, y éstos son los que se van a encontrar en el hecho de tener que empezar a crear y a desarrollar más almacenes.

«El llamado es a los desarrolladores de parques que ya lo están haciendo a los operadores logísticos y a las grandes firmas para empezar a desarrollarlo», destaca Frías.

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