En los últimos doce meses, hemos sido testigos de un aumento en la participación femenina en el sector del autotransporte, así como de un progreso alentador en presencia de mujeres en puestos de liderazgo, señaló Paola Moncada, presidente de la Asociación de Mujeres Operadoras de vehículos de carga (AMO); sin embargo, reconoció que persisten desafíos importantes como el costo de la capacitación y la inseguridad carretera, los cuales frenan los avances en esta materia.

Durante el podcast Ruta TyT, Moncada compartió su perspectiva sobre este fenómeno, destacando varios puntos clave: en primer lugar, resaltó el crecimiento notable en el número de mujeres que se están formando como conductoras, tanto en las escuelas de capacitación como en las propias empresas de transporte.

Esta tendencia, agregó, refleja un cambio positivo en la mentalidad de la industria, que está abriendo sus puertas a una fuerza laboral más diversa. Asimismo, mencionó el papel crucial que están desempeñando las empresas de transporte al promover mejores espacios de trabajo para las mujeres y al abrir sus propias escuelas de formación.

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Además, destacó el apoyo recibido por parte del gobierno federal y de algunas entidades estatales, que están destinando recursos para proyectos de capacitación y becas dirigidos específicamente a mujeres interesadas en el autotransporte.

Uno de los aspectos más notables de este cambio, indicó la también cofundadora de la AMO, ha sido la participación activa de las mujeres en redes sociales, donde han estado demandando más oportunidades y proyectos de capacitación en sus ciudades.

«Creo que de alguna manera el hacer ruido (en redes sociales) ha contagiado a más personas para abrir mejores oportunidades; las he visto cómo han ido tocando la puerta y cómo han levantado la mano para pedir que estos proyectos se lleven a sus ciudades», señaló.

Este nivel de compromiso ha contribuido a expandir el alcance de las iniciativas y a generar un mayor interés por parte de las autoridades y las empresas del sector, consideró Moncada.

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Sin embargo, también reconoció que persisten desafíos importantes para las mujeres que desean ingresar al autotransporte de carga. Uno de los principales obstáculos es el costo de la capacitación, que puede ser prohibitivo para muchas personas.

«Lo cierto es que nada es color de rosa, lo principal (que obstaculiza) ha sido costear una capacitación y de este lado se ha promovido mucho con las armadoras, empresas de transporte y el gobierno, que lo están pagando, pero no es en todas las ciudades. La mujer no ha podido dar ese brinco para ser conductora, porque es complejo poder costear una capacitación», apuntó Moncada.

Agregó que a pesar de los esfuerzos realizados por diversas entidades para ofrecer apoyo financiero, todavía queda trabajo por hacer para garantizar que la formación sea accesible para todos; así como las preocupaciones relacionadas con la seguridad en carretera, ya que pueden hacer que algunas mujeres duden en emprender trayectos de larga distancia.

En respuesta a esto, la AMO está promoviendo operaciones locales y regionales como alternativas viables, brindando oportunidades de empleo sin la necesidad de recorrer grandes distancias.

Moncada también abordó diversos aspectos relacionados con la incursión de más mujeres en el sector del autotransporte de carga, así como los desafíos y perspectivas para el futuro.

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Una de las cuestiones que considera clave son la accesibilidad de la capacitación para mujeres que buscan sumarse al autotransporte, y que actualmente tiene un trabajo y responsabilidades familiares, y como ejemplo señaló la importancia de adaptar los horarios de los cursos, como en el caso de proyectos en Tijuana y Mexicali, donde se busca facilitar la participación de mujeres trabajadoras al programar sesiones que permitan combinar dicha preparación con sus horarios laborales o sus deberes en el hogar.

Además, mencionó la implementación de proyectos becados que brindan un apoyo económico a las participantes para compensar la pérdida de ingresos mientras se capacitan.

En cuanto a los cambios esperados en el mediano plazo, Moncada expresó su optimismo al prever un aumento en la presencia de mujeres en las carreteras y en el ámbito laboral, destacando el impacto positivo que esto tiene en la vida de las mujeres, al proporcionarles ingresos estables y oportunidades de crecimiento económico.

También resaltó el papel de las empresas en la adopción de buenas prácticas laborales, como ofrecer oportunidades equitativas y crear espacios seguros y cómodos para las mujeres empleadas.

En cuanto a los desafíos persistentes, mencionó la necesidad de abordar las preocupaciones sobre seguridad en carretera, especialmente para operadoras que desean trabajar en largos recorridos. Sin embargo, enfatizó que muchas empresas están implementando medidas de seguridad y que es fundamental seguir promoviendo buenas prácticas en este aspecto.

En otro tema relevante, se discutió la importancia de proporcionar acceso a vehículos de carga para la práctica durante la capacitación; y por ello indicó que algunos centros de formación enfrentan dificultades en este aspecto; no obstante, la colaboración entre empresas de transporte y estos sitios de capacitación es clave para superar este desafío.

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