A principios de 2020, fue notificada por primera vez la enfermedad por Coronavirus (COVID-19) en Wuhan, China. Desde ese momento, el virus se ha propagado por el mundo, superando los 100,000 casos confirmados y cobrando la vida de más de 3,400 personas.

Si bien en México se han confirmado solo seis casos, las empresas mexicanas –tanto de transporte y logística como en general– deben estar preparadas para afrontar esta situación y amortiguar los efectos negativos tanto a nivel sanitario como operativo.

Por ello, el Termómetro TyT de esta semana indagó entre las situaciones que nuestros seguidores –en su mayoría transportistas– consideran tendrá mayor impacto económico en las flotas mexicanas y compañías de logística debido a la propagación del COVID-19.

En esta ocasión, este ejercicio semanal de opinión logró concentrar 523 votos a través de la cuenta de Twitter @revistatyt.

En primer lugar se colocó la proveeduría china, con el 42.6% de los votos, equivalente a 223 opiniones a favor. Y es que China es el segundo socio comercial más importante para México –solo por debajo de Estados Unidos–, siendo la segunda fuente de las importaciones; y el tercer destino de exportaciones mexicanas, según datos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

Según Fitch Ratings, los efectos más importantes en la proveeduría proveniente de China serán visibles en la industria electrónica. “Los componentes informáticos y electrónicos enfrentan el mayor riesgo de interrupciones en la cadena de suministro mundial, derivadas del brote de coronavirus de China”, señaló la calificadora.

Agrega que las interrupciones de la actividad económica de dicho país, a medida que las autoridades se esfuerzan por limitar la propagación del COVID-19, no solo están afectando el ingreso interno y la demanda, sino que también están teniendo grandes repercusiones en las cadenas de suministro mundiales.

Respecto a este punto, Fitch Ratings, puntualiza que si las actividades manufactureras chinas se normalizan en las próximas semanas, el efecto será transitorio; pero si la situación prevalece en marzo y llega hasta abril, el efecto podría ser más perjudicial para el sector. 

Leer: COVID-19 demanda cadenas de suministro eficaces: OMS

Otras preocupaciones

El Termómetro TyT también indica que las empresas de transporte y logística mexicanas también les debe interesar las afectaciones al consumo, derivado de la propagación del COVID-19. Este punto concentró el 25.6% de la votación, es decir, fue seleccionada por 134 personas.

Al respecto, la Procuraduría del Consumidor llamó a no generar una demanda innecesaria de productos por el coronavirus, mientras que a las empresas pidió no aplicar aumentos injustificados de ningún producto. Todo ello para no generar situaciones de pánico o desabasto de productos.

Por otro lado, expertos detectaron que el COVID-19 podría provocar cautela en la compra de bienes y productos de ciertas industrias. Por ejemplo, la venta de camiones en EU registró una caída a finales del mes pasado, derivado de la incertidumbre por la presencia del Coronavirus.

En tercer lugar se encontró la disminución en la actividad manufacturera, con el 17.8% de la participación, que significan 93 votos. Este punto va estrechamente relacionado con la proveeduría China.

Para que las manufactura mexicana pueda continuar con sus actividades, recomienda Deloitte México, es crucial que las empresas analicen sus procesos logísticos, así como la situación de sus proveedores críticos, a fin de detectar amenazas dentro de cualquier eslabón de los procesos productivos.

Finalmente, el Termómetro TyT detectó que el 14% de los participantes, equivalente a 73 personas, considera que la baja en el comercio con Estados Unidos, es el principal impacto del Coronavirus.  

Israel Delgado Vallejo, delegado de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR) en Tijuana, Tecate y Ensenada, Baja California, expuso que la baja en la actividad industrial de China ya dejó sentir sus efectos en la manufactura mexicana y el cruce de mercancías hacia EU. 

Explicó que 36% de la actividad industrial en ese estado corresponde a la manufactura, que tiene como uno de sus principales mercados la exportación hacia Estados Unidos.