La innovación y sofisticación que los materiales empleados en la producción de las llantas ha alcanzado en los últimos años no deja de sorprendernos. Ya en una entrega anterior hablamos sobre las tecnologías incorporadas para mejorar su desempeño y aumentar su vida útil, en esta ocasión hablaremos del uso de novedosos e insospechados materiales en su fabricación.
Mejorar las propiedades físicas de las llantas, reducir la dependencia que se tiene de los productos derivados del petróleo, así como obtener el caucho necesario de una manera más rápida, ha animado a los fabricantes a explorar el aprovechamiento de materiales tan peculiares como: las algas –en sustitución del sílice amorfo que se emplea habitualmente–, el guayule –un arbusto que crece en el desierto de Chihuahua y en el suroeste de Texas–, el fríjol de soya y el diente de león –conocido también como dandelion. Es quizás, esta planta, la que le lleva la delantera a otros materiales y la que está a punto de convertirse en una realidad ya que de ella se obtiene un caucho de calidad y resistencia suficiente para producir llantas. Es por ello que hablaremos específicamente de esta ecoalternativa de la que el fabricante alemán Continental ha sido pionero junto con el Instituto Fraunhofer de Biología Molecular y Ecología Aplicada de Münster y que les valió, a principios de este 2014, un GreenTec Award en la categoría Automobility.
El proceso de obtención
El objetivo de los científicos es obtener el hule a partir de las raíces de esta planta. En el Instituto Fraunhofer de Biología Molecular y Ecología Aplicada de Münster, en Alemania, los expertos cultivan ya a gran escala un diente de león procedente de Kazajistán que ha demostrado ser realmente efectivo. El objetivo primordial era encontrar los genes involucrados en la biosíntesis del caucho para crear nuevas plantas que producieran más caucho y un caucho más estable, en condiciones reales.
A diferencia del caucho convencional, éste podría ser cultivado en Europa y, por lo tanto, cosechado de forma más rentable. Cabe precisar que el precio del caucho es muy elevado y el árbol del hule de donde se obtiene y que se da particularmente en Asia suroriental, tiene un periodo preproductivo de 6 a 7 años. En cambio, el periodo de vegetación del diente de león es de solamente un año desde la siembra hasta la cosecha, esto permite reaccionar relativamente rápido a las fluctuaciones de oferta.
El árbol del hule enfrenta otras desventajas: la demanda internacional supera en mucho a la oferta y se ve amenazado constantemente por hongos.
Por su parte, el caucho sintético, como todo producto procedente del petróleo, depende de las existencias en materias primas y por eso oscilan fuertemente los precios en los mercados internacionales
Lo que es un hecho es que la industria llantera en general ya considera el diente de león como un solucionador de problemas y muy pronto estaremos viendo en el mercado neumáticos elaborados a base de este innovador material y evaluando su desempeño. Definitivamente desarrollar un producto complementario del caucho convencional es ya un gran paso.
