Antes de la pandemia por el nuevo Coronavirus, a principios de año pasado el escenario no era el más prometedor; toda vez que la economía ya mostraba una desaceleración que, invariablemente, afecta al sector, de tal manera que la expectativa para 2020 era más bien conservadora.

De acuerdo con Enrique González Muñoz, Presidente Nacional de la CANACAR, el autotransporte es un termómetro confiable de la economía de cualquier país, pues se trata de una actividad transversal, ya que atiende a todos los sectores productivos de forma directa o indirecta. 

En este contexto, hacia el segundo año de Gobierno de la actual administración y con la inminente ratificación del T-MEC, el escenario mostraba algunas señales que podrían representar oportunidades interesantes. 

De hecho, en el primer bimestre, luego de trabajos conjuntos entre la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la Guardia Nacional y Policías Estatales, en materia de robo al autotransporte se registró una disminución del 20 por ciento. Sin duda, una buena noticia ante el principal problema que enfrenta el sector. 

Sin embargo, considera González Muñoz, la pandemia por el COVID-19 vino a cambiarlo todo; de manera que desde marzo, casi de forma inmediata, las afectaciones se hicieron presentes. Solo por mencionar algunos casos: el paro en las industrias automotriz, construcción, cervecera o turísticas, dejó a cientos de camiones detenidos. 

Los principales retos 

Además de la COVID-19, que oscureció la atmósfera de todo el año, el autotransporte siguió enfrentando sus propios obstáculos en 2020. La toma de casetas, carreteras y vías del ferrocarril sigue siendo un lastre para la productividad del país. Y las autoridades hacen poco o nada. La impunidad como estilo de vida en algunas regiones. 

La inseguridad, por otro lado, recuperó sus niveles prepandémicos y la desaceleración económica también apresuró el ritmo. Sin embargo, el autotransporte no se ha detenido y, a decir del líder de la CANACAR, no lo hará, pues otro de los principales retos está relacionado con estar listos para la creciente reapertura de actividades económicas. 

En la nueva normalidad, la Cámara no se quedó cruzada de brazos en espera de la reactivación, sino que durante toda la pandemia llevó a cabo seminarios, conferencias y programas de capacitación para que sus agremiados tuvieran más herramientas a fin de encarar de mejor manera los nuevos retos. 

“Y es que, aunque suene trillado, las crisis también significan oportunidades. El boom del comercio electrónico detonó el transporte de la última milla, y esto no va a cambiar, llegó para quedarse. Entonces, ¿qué oportunidades tenemos como empresarios del transporte?: pues esas oportunidades serán para los que estén mejor preparados y acepten el reto”, señala Enrique González. 

Agrega que no solo el autotransporte, sino todas las actividades de la vida, tuvieron que reconfigurar sus procesos, pues es importante no olvidar que esta situación es una emergencia sanitaria; de modo que salvaguardar y garantizar la salud de los colaboradores sigue siendo un tema primordial.

“Tampoco nos detendremos en 2021” 

González Muñoz explica que, si bien el panorama es incierto este año, sería un error esperar hasta la llegada de la vacuna. Y mientras, hay que seguir transportando todas las mercancías e insumos que el mercado necesita, justo como han venido haciendo desde el inicio de la pandemia. 

“Es por eso que en 2021 tampoco nos detendremos. Debemos ser muy cuidadosos, responsables y prudentes como sector, pues mientras las industrias demanden nuestros servicios, ahí estaremos. Y como la vacuna no depende de una sola persona u organismo, en tanto llega seguiremos haciendo lo necesario para estimular la reactivación de la economía nacional”, sostiene.

La actividad en los puertos sigue aumentando, al igual que los cruces fronterizos. Este año, sin duda, se verá un mayor reflejo del acuerdo comercial de Norteamérica. Y no solo eso, pues México tiene más convenios por explotar, lo cual sucederá en la medida en que los índices de la pandemia no pongan por largos periodos en rojo los semáforos epidemiológicos. 

“Hay que recordar que el autotransporte se mueve por todas las venas y arterias del país. De sur a norte y del Atlántico al Pacífico. Nuestra principal certeza es que debemos seguir garantizando el abasto. A diferencia de marzo, estamos listos y preparados porque nunca nos detuvimos y, en 2021, tampoco lo haremos”, declara el empresario.

Leer: Educación e infraestructura, vitales para la recuperación económica: Concamin

Lo anterior, aunado a las gestiones, reuniones y eventos que permitan traer mejoras al autotransporte, pues si bien la nueva normalidad exige nuevas formas de hacer las cosas, sí es posible llevarlas a cabo de forma presencial, con mucha mayor seguridad y protocolos de higiene.

Asimismo, con el soporte de la tecnología, hoy es posible coordinar una reunión con autoridades o socios estratégicos de forma remota. Sin embargo, aun cuando ésta permite resolver el tema de las distancias, si se complementa con la gestión presencial, la ganancia será para todos.

“Así es nuestra nueva realidad. En 2021 seguiremos echando mano de todos los recursos a nuestro alcance para trabajar en los temas de nuestra agenda: inseguridad, profesionalización, déficit de operadores, renovación del parque vehicular, cuidado del ambiente y seguridad vial, entre otros. Eso lo podemos hacer, y lo haremos”.