La pandemia del coronavirus sigue siendo el principal tema en el mundo. En México, entre la nueva normalidad, la reactivación económica y los semáforos que van regulando la vida del país, la cadena de suministros no se ha detenido, sin embargo sí ha cambiado y lo seguirá haciendo en tanto se logre establecer un orden que permita retomar el curso de la vida.

En este contexto, las acciones, estrategias, medidas y protocolos de las empresas que siguen operando están haciendo la diferencia para lograr un equilibrio entre las actividades económicas y la seguridad de las personas.

En este sentido, Juan Carlos Aderman, vicepresidente de Transporte en DHL México, explica que la pandemia del COVID-19, en efecto, exigió un cambio radical en la cadena de suministro. Y que al paso de las semanas, para la compañía una clave es tener una visibilidad absoluta.

“El confinamiento hizo su parte. Hoy, las personas están cambiando la forma de consumir. Y esto crea este gran reto para usuarios y proveedores de transporte, pues necesitamos, sí o sí, tener una estructura global que nos permita enlazar el almacén, los productos, el punto de venta, los vehículos, conductores y tiempos de entrega”, explica el especialista.

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Y esto solo se puede hacer con la tecnología, capacitación y sinergia con los demás participantes de la cadena logística, pues de poco servirá si no todos asumen este compromiso de construir una visibilidad total. Y el COVID-19, entre otras cosas, vino a replantear este tema, tan importante para la nueva normalidad.

También se traduce en una nueva cultura de negocio, pues el coronavirus también vino a acelerar procesos que debían ser revolucionados. La cadena de suministro más flexible, más inteligente y más eficiente es quizá otro de los grandes retos logísticos del año 2020.