La vida en 2023 sigue tomando su curso. Luego del año de la recuperación y la incertidumbre que impera en distintos sectores productivos para este año, parece que la calma está llegando después de la tormenta que representó la pandemia del Covid-19.

Eso significa, por un lado, hacer una valoración sobre el saldo de la emergencia sanitaria, ya que hubo altas y bajas, y por otro, también hay que hacer un recuento sobre lo mucho que cambió el mundo, el país, el autotransporte y los procesos de cada una de las empresas del sector. 

En este contexto, platicamos con empresarios del sector, a fin de conocer cuáles fueron esos cambios implementados durante la pandemia, y con el paso del tiempo se quedaron como parte estructural en sus procesos. Desde temas de seguridad sanitaria hasta eficiencia operativa, esto fue lo que nos contaron.

Más eficientes y tolerantes

Para empezar, Juan Báez, Director General de BALI Express, señala que la principal y gran modificación que trajo fue la pandemia fue ser más eficientes en muchos procesos, y no porque no lo fueran, sino porque había que eliminar el desperdicio, como concepto de ingeniería. 

Esto significó reducir tiempos muertos, mejorar procesos de mantenimiento y agilizar temas administrativos a fin de evitar contactos y riesgos de contagio, ya que si bien así lo indicaron las autoridades, la propia empresa asumió el compromiso extremando precauciones. 

“Nosotros tuvimos la suerte de que nuestros clientes tuvieron una mayor demanda desde que inició la pandemia, y es por eso que nunca nos detuvimos, al contrario. Y fue la principal razón por la que no escatimamos en los cuidados para nuestros colaboradores, desde los operadores hasta el personal técnico y operativo”, señala el directivo. 

Esto se tradujo en evitar el uso de papel, crear sinergias con clientes que pudieran agilizar los tiempos de carga y descarga y gestionar todo lo que se pudiera gestionar de manera remota. Y esos son temas que trajo la pandemia y en muchos casos, pueden seguir operando hasta la fecha. 

A nivel mecánico, por ejemplo, la pandemia interrumpió la cadena logística, de tal manera que renovar la flota sigue siendo un tema que está tomando más tiempo del habitual, pues en algunos casos la entrega de camiones nuevos tardó más de un año, y eso llevó a construir mayores eficiencia en el taller de servicio. 

Como no podían comprar vehículos nuevos y tampoco se podían dar el lujo de tener detenida la flota por temas de mantenimiento, tuvieron que reestructurar su estrategia de servicio, a fin de tener en óptimas condiciones su parque vehicular, con programas perfectamente estructurados, a fin de seguir ofreciendo un servicio integral de primer nivel. 

Asimismo, la tolerancia implica a todos aquellos transportistas con participación en el transporte internacional, ya que el personal de la aduana de Tijuana no se ha dado abasto para atender la enorme cantidad de cruces que se registran cada día. 

Incluso en la actualidad, mientras los sistemas de la aduana mexicana siguen presentando fallas importantes, del lado estadounidense no hay suficientes personas para atender los trámites, situaciones que han provocado cruces más lentos por este punto fronterizo. 

“Es por eso que también debemos ser más tolerantes, ya que el mundo cambió y sigue en constante movimiento, esto quiere decir que debemos estar preparados para los nuevos retos y exigencias del sector, considerando, además, que el tema del nearshoring traerá beneficios para quienes estén a la altura de las circunstancias”, agregó.

“Lo que antes tomaba dos días hoy puede tomar dos horas”

Para Transportes y Temperaturas Controladas -y seguramente también para muchas otras empresas-, la pandemia provocó una eficiencia muy importante en cuanto al tiempo, ya que el confinamiento hizo que muchas reuniones presenciales migraran a la tecnología de las videollamadas. 

Y aunque hablar de Zoom, Teams, Meet o alguna otra plataforma es hablar de tecnologías que ya existían antes de la pandemia, el Covid-19 de alguna manera obligó a que las empresas las utilizaran ya sea para juntas internas o para prospectar clientes o para cualquier seguimiento con proveedores y generadores de carga. 

Todo esto se ha traducido en un ahorro sustancial de tiempo, ya que antes lo más común era tomar un avión, trasladarse a otra ciudad y pasar al menos una noche fuera de casa, a fin de ver a algún cliente o darle continuidad a los distintos proyectos de la empresa. 

Hoy eso ha cambiado, pues de acuerdo con Francisco Soto, Director General de TCC, esto ha hecho más eficiente gran parte de la operación comercial y administrativa de la empresa, y sin duda esto ha sido un cambio que llegó para quedarse, pues todos han visto los beneficios de la tecnología en términos de comunicación. 

“Nosotros tenemos videoconferencias periódicas, y si bien al principio eran por un tema de sana distancia, hoy continuamos con ellas porque son eficientes y nos ahorran tiempo, que sin duda podemos invertir en otros menesteres; ya sea planeación, ventas o prospección, esta alternativa ha resultado ser más ágil y productiva”, señaló. 

A nivel de seguridad sanitaria, y aunque ya no es mandatorio por las autoridades, Transportes y Temperaturas Controladas sigue sanitizando constantemente tanto el parque vehicular como las oficinas y distintos sitios de operación, ya que la pandemia también representó un cambio en la cultura organizacional, sobre todo en términos de salud y prevención. 

“Faltan operadores y también faltan camiones”

Uno de los temas que más se agudizó con la pandemia fue la falta de operadores, pero al mismo tiempo, la interrupción en la cadena de suministros provocó que muchas empresas reconfiguraran sus planes de renovación vehicular, ya que la entrega de vehículos nuevos se postergó de manera considerable. 

Al respecto, Francisco Soto señala que TCC se unió a los esfuerzos de la Asociación de Mujeres Operadoras (AMO), al grado de que ya contrataron a una de las mujeres egresadas del programa Conductoras Scania, pero la idea es seguir apoyando estos semilleros para hacerle frente al famoso déficit. 

“En este punto debemos decir que si bien hablar de mujeres operadoras tampoco es algo nuevo, la verdad es que la pandemia aceleró la inclusión y cada vez somos más las empresas que estamos contratando operadoras, pues no es un asunto de género, sino de capacidades y oportunidades, y nosotros queremos seguir impulsando su incorporación al sector”, agrega. 

Aile Tamez, responsable del Área Administrativa de Zurdos Refrigerados, afirma que ante la situación de la cadena de suministros, otro gran cambio que trajo la pandemia está relacionado con el mantenimiento de las unidades, ya que al no haber disponibilidad, la empresa tuvo que poner lupa en la flota existente, a fin de darse abasto y aprovechar lo que tenían en sus patios. 

“Como no podíamos renovar flota, decidimos darles mayor mantenimiento a las unidades que ya estaban por salir, y eso nos enseñó que podíamos ser eficientes y rentables ante las circunstancias actuales, pero sin duda podemos hablar de un cambio importante que trajo la pandemia, ya que aprovechamos al 100% los recursos de los que disponemos”, afirma la joven empresaria. 

Tecnología, instalaciones y diversificación

En el caso de Zurdos, la empresa amplió sus instalaciones administrativas con la finalidad de proveer mayor espacio a sus colaboradores y disminuir los riesgos de contagio, pero esto en el largo plazo representó un beneficio, ya que hoy sus oficinas son más cómodas, lo que se traduce en mejores condiciones y mayor rentabilidad. 

Asimismo, la empresa regiomontana escalonó algunos horarios, también por disposición oficial, pero al mismo tiempo se trató de cambios que trajeron mejoras a la operación, razón por la que siguen funcionando en algunas áreas.

Aunque el cambio principal, aclara la entrevista, fue la implementación de un software diseñado especialmente para su operación, en el que se sustituyó el papel por un dispositivo en el que se hace una revisión puntual de los vehículos, los remolques y el personal, a fin de ganar eficiencias en los procesos. 

“Por un lado, evitamos la impresión innecesaria de documentos, principalmente para evitar que pasar por distintas manos, pero a la larga se tradujo en mejor gestión de las rutas y de la operación en general, ya que gran parte de procesos manuales ahora son digitales”. 

Un tema adicional, en el que coinciden BALI Express y Zurdos Refrigerados, es la diversificación, ya que otro cambio o enseñanza de la pandemia fue a no depender de uno o de pocos clientes, ya que de la noche a la mañana podrían detenerse.

Y por esta razón, Aile Tamez explica que la empresa volteó a ver otros mercados, y encontró una gran oportunidad en las exportaciones, al grado de que también durante la pandemia abrieron una filial en Estados Unidos, lo que se ha representado una decisión interesante, pues a pesar de la desaceleración en aquel país, aún queda mucho por hacer. 

Asimismo, Tamez señala que la evolución de las autoridades para emitir la licencia digital ha resultado en un gran avance para las operaciones en términos de tramitología, ya que además de ser más eficiente, también es una forma más segura y hasta amigable con el ambiente, aunque también destaca que todavía hay quejas de los conductores que acusan a las autoridades que siguen exigiendo el documento físico. 

Mayor seguridad para los operadores

Augusto Ramos Melo, socio de RAME Autotransportes, afirma que uno de los grandes cambios que llegaron para quedarse en la empresa es el enfoque en los operadores, pues para ellos nunca hubo la opción de hacer trabajo a distancia o escalonar sus horarios. 

Esto significa que antes de la pandemia, los conductores de la empresa coahuilense tenían áreas comunes de descanso, pero con la emergencia sanitaria tuvieron que aislarlos y enviarlos a descansar a sus tractocamiones, de tal manera que no hubiera contactos, aunque representara un mayor costo el ralentí para los vehículos que no contaran con sistemas de clima con el camión apagado. 

“Al final fue una buena medida, ya que a pesar del costo, los conductores estaban más seguros y descansaban mejor, y eso lo vimos traducido en operaciones más estables, menos incidentes viales y operadores menos fatigados, ya que el aislamiento les permitía descansar realmente.

“Actualmente esta modalidad está disponible, ya que también ellos vieron que descansaban mejor estando en sus unidades, y pues como ha habido una evolución, en la mayoría de los casos son ellos los que tienen la libertad para elegir dónde descansar”, afirma el empresario. 

Estos espacios existen en los patios de Saltillo, Nuevo Laredo, San Luis Potosí y Puebla, pues son los estados en los que RAME Autotransportes tiene mayor operación, y aunque los espacios comunes ya están abiertos, la modalidad de descansar en sus camiones sigue siendo prioritaria.

Pero las buenas prácticas en torno a los operadores no se detienen ahí, ya que la empresa también ha fomentado una mejor alimentación y la activación física, toda vez que el virus demostró que ataca más a quienes tienen padecimientos específicos, razón por la que promover una mejor salud sigue siendo imprescindible al interior de la compañía. 

Por otro lado, las sinergias con otros transportistas y proveedores también representaron un cambio notorio de la pandemia, pues hubo clientes que solicitaban las unidades dedicadas, aunque hubiera regresos vacíos, y este fenómeno se compuso en la medida en que la demanda de transporte se regularizó y podían establecer algunas alianzas con empresas que requerían mover algunas mercancías en los regresos de otras. 

Además, claro, de temas de seguridad, pues antes, durante y después de la pandemia éste sigue siendo un gran obstáculo para la rentabilidad del sector, y en este sentido, poder viajar en convoy con otras compañías ha sido una modalidad cada vez más socorrida por distintas empresas en todo el territorio nacional. 

¿Y qué pasa con el transporte de personas?

El transporte turístico, sin duda, fue uno de los más golpeados por la pandemia del Covid-19, pues hubo niveles de hasta 5 y 10% de operación, para las empresas que tuvieron algo de movimiento durante los momentos más álgidos del confinamiento. 

En este contexto, Jesús Rodríguez, CARGO de Turísticos Marco Polo, explica que, en efecto, y que quizá el gran cambio para esta modalidad de transporte fue en los hábitos de consumo del viajero, ya que el mercado empezó a demandar vehículos más pequeños para trasladarse de una ciudad a otra. 

“Para nosotros fue un cambio de paradigma, ya que si bien nuestros autobuses y vanes de mediana capacidad estuvieron detenidos, tuvimos que invertir en unidades de menor capacidad, ya que las personas empezaron a pedir esta modalidad, que hoy sigue ganando fuerza en nuestra operación, pues a pesar de que pueda resultar un servicio más costoso, el público lo está pagando”. 

También está creciendo un segmento en el que los usuarios solicitan un transporte más exclusivo, lo que denota que, además de la seguridad sanitaria, también están ponderando la comodidad en sus viajes, y eso, sin duda, fue un tema que cambió con la pandemia. 

En cuanto a los patrones del turista, el directivo explica que al menos durante el año pasado y lo que va de 2023, ya no hay temporadas altas y temporadas bajas, pues las personas están saliendo con buen ritmo prácticamente todos los días y todos los fines de semana. 

Quizá este boom, reflexiona, es porque ahora pueden salir y están ávidos de visitar los lugares a los que no pudieron ir al inicio de la pandemia, y no sólo eso, sino que también lo están haciendo a más destinos. 

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“Particularmente el tema de los pueblos mágicos ha tenido un gran auge con la reactivación del transporte turístico, de tal manera que los viajes que realizamos ya no son tan largos y las playas dejaron de ser el principal destino de los viajeros; hoy es tan diverso que parece un gran cambio en la dinámica del turista”, explica. 

El entrevistado hace referencia al “efecto champaña”, pues la espuma salió y el sector no se da abasto, sin embargo, quizá la principal enseñanza de la pandemia es que todo siempre puede cambiar, y es así como la próxima estabilidad seguramente también será transitoria hacia otros patrones de conducta y otras formas de hacer las cosas. 

Lo que no cambia, aclara, es que cada vez hay más vehículos en las carreteras y en las ciudades, y esto se traduce en una movilidad más compleja, razón por la que aún falta mucho por hacer en términos de infraestructura y seguridad, pues, esos sí, seguirán siendo el pan nuestro de cada día.