Aunado al incesante robo a vehículos de carga en carreteras del país, un lastre que provoca severos problemas a los transportistas que se ven involucrados en estos hechos son las concesiones y/u operación irregular de los servicios de grúa y corralones, denunció la Asociación Nacional de Empresas de Rastreo y Protección Vehicular (ANERPV).

La agrupación señaló que es un verdadero dolor de cabeza para los sectores transporte y de rastreo satelital, el abuso que representa el recuperar una unidad robada.

“Existen casos frecuentes donde los arrastres de los vehículos pesados son por distancias inferiores a los 20 kilómetros, pero con cargos de hasta de 50,000 pesos por el servicio de grúa”, dijo Víctor Manuel Presichi Amador, Presidente de la ANERPV.

“Son tarifas arbitrarias que no se apegan a las establecidas en los tabuladores oficiales y mucho menos a las tarifas comerciales disponibles en un mercado abierto. Cada concesionario cobra a su conveniencia y el afectado no tiene la posibilidad de elegir opciones de arrastre ni del resguardo en corralones”, denunció.

La Asociación precisó que estas acciones son un claro ejemplo de “acuerdos” que existen entre estos prestadores y autoridades locales, quienes permiten operar de esta manera. Y, agrega, se genera literalmente una extorsión, adicional a los días que están inhabilitadas las unidades en detrimento de la economía de los afectados quienes deben seguir pagando las mensualidades de los camiones retenidos, seguros, nómina de personal sin trabajo, por mencionar algunos gasto.

La ANERPV señala que aunado a estos costos, el afectado se expone a que su unidad sea víctima de posibles actos de rapiña, daños, robo de autopartes o de mercancía transportada.

Asimismo, explicó que la estancia en el corralón suele ser de 30 a 90 días desde el momento en que los dueños o responsables presentan su denuncia y comienza el proceso de liberación de la unidad ante el Ministerio Público. Un proceso que, según señala la ANERPV, fomenta y promueve la cifra negra ya que los afectados que recuperan rápidamente su unidad gracias al GPS, evitan a toda costa presentar iniciar una carpeta de investigación formal, debido a que, en caso de proceder legalmente y de acuerdo al protocolo, se da paso a todo este “viacrucis” que genera una doble victimización.

“Todo transportista en su sano juicio prefiere apostarle a la pronta recuperación gracias a los sistemas satelitales y no levantar una denuncia a menos que sea estrictamente necesario por extravío de unidad o de operador, por afectaciones directas a la mercancía, daño en el vehículo y/o propiedad ajena que ocasionan que se proceda de acuerdo a lo establecido en la ley y reglamentos de tránsito”, refirió Presichi Amador.

En muchas ocasiones, advirtió, con tal de evitar la denuncia prefieren liberar las unidades en sitio “negociando” directamente con los elementos de seguridad que apoyaron en la recuperación de las mismas.

“Estos eventos obviamente no se registran en cifras oficiales, generan una dinámica de corrupción que afecta tanto a la sociedad como a las mismas autoridades que suelen tener un objetivo de erradicación de las malas prácticas”, comentó el líder de ANERPV.

Agregó que es común toparse con empresas transportistas con hasta del 10% de su flota activa “atrapada” en diferentes corralones esperando y tramitando su liberación, la mayoría como consecuencia de robos frustrados donde no hubo mayor delito que perseguir ni afectaciones a terceros que resarcir.

La ANERPV concluye mencionando que las autoridades normalmente refieren que no existe cifra negra en el tema de robo a transporte de carga; sin embargo, esta agrupación considera que hay gran cantidad de operativos de recuperación que se inician y concretan exitosamente, pero no culminan en una carpeta de investigación.

“Nuestro deseo y objetivo es que el 100% de los eventos de robo se reporten formalmente desde su inicio, sin embargo esto no sucederá si se mantiene esta práctica abusiva y totalmente innecesaria por parte de concesionarios con la venia de autoridades locales”, concluyó Víctor Presichi.

La ANERPV es una organización con 17 años de existencia, tiene un alto grado de presencia en el transporte de mercancías, tanto en vehículos pesados como ligeros. Representa dos terceras partes del millón de equipos de rastreo que monitorean entre todas las compañías que forman la organización, la cual está integrada por 49 de las más importantes compañías del país en materia de rastreo satelital.

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