Ante los cambios impulsados por el Ejecutivo federal de México a la Ley de la Industria Eléctrica y la Ley de Hidrocarburos, congresistas de Estados Unidos han reiterado su preocupación sobre estas iniciativas que consideran desfavorecen a empresas estadounidenses y afectan el espíritu del T-MEC; por lo que pidieron al presidente Joe Biden que aborde con su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, estos temas energéticos.
A través de una carta dirigida a Biden, y divulgada a la opinión pública, un grupo de legisladores estadounidense señalaron que dichas reformas en el país vecino socavan el Tratado entre Estados Unidos, Canadá y México (T-MEC) en temas de energía.
“Le pedimos que aborde estas violaciones cuando participe en conversaciones diplomáticas con el presidente López Obrador. El T-MEC está destinado a brindar a los inversores certeza y fomentar un entorno comercial y de inversión mutuamente beneficioso en América del Norte”, mencionaron en la misiva firmada por 20 congresista y dirigida a la Casa Blanca.
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En dicho documento apuntaron que estos cambios promovidos por López Obrador desfavorecen a los inversionistas privados frente a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), creando «una gran incertidumbre para las empresas energéticas estadounidenses con inversiones existentes y para aquellas que buscan invertir en México”.
Los firmantes de la carta mencionan que tanto la Ley de la Industria Eléctrica, como la Ley de Hidrocarburos, consolidan “las políticas proteccionistas a las empresas del Estado” y afectan la competencia limitando el acceso de las empresas estadounidenses, además de que reduce la eficiencia, genera más contaminación y otorga al gobierno un control discrecional,
Sobre la también conocida Ley Combustóleo, los congresistas resaltan que los ajustes dan preferencia al despacho de energía de la CFE con plantas generadoras menos eficientes y más contaminantes; además de que impacta negativamente en las inversiones estadounidenses y aumentará los costos para los mexicanos.
Mientras que la reforma a la Ley de Hidrocarburos implica que el gobierno mexicano puede ejercer un control discrecional sobre la distribución, almacenamiento, importación y exportación de combustibles, así como la capacidad de suspender o revocar permisos en toda la cadena de valor para beneficiar a Pemex.
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“Desde que las reformas constitucionales de 2013 en México permitieron la participación privada en el sector energético mexicano, hemos visto a empresas estadounidenses invertir miles de millones de dólares en infraestructura energética en el país, algo positivo para los fabricantes, los trabajadores, el medio ambiente y la seguridad energética de América del Norte”, se lee en la carta.
Asimismo, indicaron que un aumento en los costos de la energía en México impactará las cadenas de valor regionales, reduciendo la competitividad de América del Norte en un momento en que el Gobierno de Estados Unidos y las empresas estadounidenses están enfocando todos sus esfuerzos en la recuperación económica.
