El gasto neto total previsto en el Presupuesto de Egresos para este año es de 5,838,059,700,000, aprobados en la Ley de Ingresos. Desde el periodo de transición, Andrés Manuel López Obrador dio a conocer sus prioridades: combate a la corrupción, bienestar social y crecimiento económico. Incluso, adelantó los megaproyectos que marcarían buena parte de su agenda política y económica.

Se acabó la luna de miel y desde el día uno de su mandato empezó a tomar decisiones. La más mediática fue la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM), uno de los megaproyectos de la administración anterior. No sería Texcoco y sí Santa Lucía. Aunque generó todo tipo de reacciones, los mercados no temblaron y el tipo de cambio soportó la incertidumbre.

De hecho, Javier Jiménez Espriú, titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), aseguró que el costo de cancelar el NAIM será menor a 100,000 mdp, cifra inferior a lo que habría costado seguir adelante con el proyecto, dijo.

No obstante, ese fue apenas el principio de los megaproyectos anunciados por AMLO. Ya sea de forma directa o indirecta, las implicaciones para el autotransporte podrían apuntalar su participación en los albores del sexenio.

 

Arrancan los trabajos del NAIM

 

Sobre el polémico proyecto, el pasado 19 de febrero, un grupo de 500 ingenieros militares inició los trabajos en los terrenos donde serán construidas las dos pistas del nuevo aeropuerto.

Es importante recordar que este proyecto requerirá al menos 400 hectáreas, cuya compra ya está en negociaciones muy avanzadas. El Gobierno informó que se requiere una inversión de 70,000 mdp y estará listo en al menos tres años.

Las primeras licitaciones estiman un presupuesto de 3,000 mdp para este año y serán contratos por trabajos en general y la construcción de las dos pista, cuyas obras iniciarán a mediados de este año. La SCT también dijo que los materiales de la obra en Texcoco servirán para la nueva construcción, y hay que transportarlos.

 

El Istmo (conector) de Tehuantepec

 

Se trata de uno de los proyectos que mayor incidencia tendrá en el autotransporte, pues se trata de construir un corredor logístico y de comunicación entre ambos océanos en la zona más estrecha del país y de todo el continente.

Con una inversión de 8,000 mdp en 2019, esta obra permitiría competir con los mercados mundiales de traslado de mercancías, a través de diferentes modos de transporte. Y es tan ambicioso el proyecto que se estima que a partir de 2020 el corredor pueda competir en costos y tiempos frente a otras opciones de transporte interoceánico a nivel mundial.

Eso sí, toda la inversión de este proyecto será nacional, pública y privada. Y no es toda, pues ya con la infraestructura modernizada, se bajará el IVA y el ISR a la mitad, además de apoyos fiscales para que haya inversión y haya trabajo en la región.

De tal manera que la columna vertebral del corredor multimodal interoceánico será la eficiente entre los puertos Coatzacoalcos en Veracruz y Salina Cruz en Oaxaca, a través de la modernización de la infraestructura ferrocarrilera, portuaria, aeroportuaria y, por supuesto, carretera, lo que permitirá a los inversionistas contar con una mejor infraestructura en las zonas libres decretadas en ambas entidades para el embarque, traslado y acceso a los mercados nacionales e internacionales.

 

¿Y el Tren Maya?

 

Otra de las banderas que izó el presidente desde el principio fue la de este proyecto “moderno, turístico y cultural”, también para el sur-sureste del país, cuyo objetivo es comunicar los principales centros arqueológicos de la cultura maya en Chiapas, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán.

Durante cuatro años, este megaproyecto requiere una inversión cercana a los 160,000 mdp, recursos que, una vez más, vendrían de las arcas del erario público más inversión del sector privado.

Entre otros, quizá el principal reto sea el de infraestructura, pues se estima una vía de unos 1,500 kilómetros que contemplan todo tipo de atmósferas y vegetación, además de zonas reservadas que podrían poner en riesgo el ecosistema de algunas regiones. Es importante destacar que este proyecto no solo contempla el tren para pasajeros, sino también para mercancías.

De tal manera que la industria de la construcción mexicana, con su brazo transportista, tendría una oportunidad de mediano plazo con cada etapa del proyecto, en el que el Gobierno estará lanzando licitaciones para los diferentes tramos y trabajos.

 

Los famosos 300 caminos rurales

 

Otro de forma directa para temas de infraestructura y conectividad es el anuncio de los 300 caminos rurales en Oaxaca y Guerrero, para el que se tiene prevista una inversión de 14,000 mdp.

En total serán 5,531 kilómetros de caminos que conecten 300 cabeceras municipales en todo el país, se estima generar 197,500 empleos y los recursos llegarán directamente a las comunidades.

Sí por el desarrollo de los caminos, pero sobre todo por lo que representa, la posibilidad de llegar a más lugares, sin duda éste sería uno de los proyectos con más beneficios para el autotransporte a largo plazo.

 

Las refinerías para el autoconsumo

 

A fin de que el país sea autosuficiente en la producción y consumo de combustibles, el Gobierno federal estima que con la construcción de una nueva refinería en Dos Bocas, Paraíso, Tabasco, más la modernización de otras seis, en tres años se puede lograr esta meta.

Con una inversión aproximada de 160,000 mdp se podría lograr la construcción y modernización de las refinerías. De hecho, la titular de Energía, Rocío Nahle, afirmó que México producirá sus propios combustibles y no dependerá de las gasolinas de exterior.

En el Presupuesto de Egresos 2019, se contemplan 50,000 mdp para este año, que busca “incrementar la capacidad y rentabilidad de las actividades de refinación, y reforzar la infraestructura para el suministro de petrolíferos en el mercado nacional, a través de la inversión para la rehabilitación de las refinerías existentes y el inicio de la construcción de una nueva refinería”.

 

¿Y las inversiones?

 

Finamente, el pasado 19 de febrero, el mandatario nacional se reunió con empresarios y gobernadores para establecer el Consejo para el Fomento de la Inversión del Empleo y del Crecimiento Económico, organismo diseñado para estudiar, gestionar y ejecutar las acciones que permitan crecimiento económico y bienestar social.

“No se podría aumentar el crecimiento económico de México, no se podrían alcanzar mejores niveles de desarrollo y de bienestar sin la participación de todas, de todos los mexicanos. No podría hacerlo solo el sector público, solamente el Estado; se requiere de la participación del sector privado y del sector social”, dijo.

El gran objetivo, agregó, es impulsar el desarrollo regional y dar a conocer los planes del Gobierno como sector público con la iniciativa privada y la sociedad. Así, el sector empresarial se dijo dispuesto y ávido de participar en los proyectos de López Obrador, pues dijeron que podrían significar un cambio de paradigma en el desarrollo industrial del país.