Según la fuente revisada, el robo de vehículos pesados y equipo aliado en 2020 registró una disminución a doble dígito respecto a 2019. Ya sea la Fiscalía General de la República, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad o instituciones como la Oficina Coordinadora de Riesgos Asegurados (OCRA) y la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), el dato puede llegar arriba del 30 por ciento.

Además, se trata de un año atípico prácticamente en todos los renglones de la vida, pues la pandemia del Covid-19 alteró cualquier tipo de cifra de referencia, de tal manera que, al final, los datos representan el comportamiento de la industria bajo condiciones absolutamente extraordinarias, pero que no dejan de ser reales. 

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Y ante este escenario, nos dimos a la tarea de platicar con empresarios del autotransporte, a fin de que nos compartieran parte de su estrategia en materia de seguridad, sobre todo en tema de inversiones y buenas prácticas para contar con una operación de mayores certezas. 

Dos factores claves para Transportes Flores

Aunque las cifras por la pandemia mostraron una disminución en el número de robos de vehículos pesados, aún falta mucho por hacer para contar con un autotransporte realmente seguro, considera Valentín Flores, Director General de Transportes Flores.

Y es que si bien la creación de programas, operativos y acciones conjuntas con autoridades federales, estatales y municipales han mostrado resultados importantes a nivel regional, la realidad apunta que no ha sido suficiente, pues el año pasado fueron robadas 7,369 unidades aseguradas, de acuerdo con datos de la OCRA.

No se trata de señalar si la cifra es alta o es baja. Se trata de crear estrategias y tomar acciones pertinentes para disminuir los riesgos e incidentes. En el caso de Transportes Flores, compañía transportista con una importante operación en el Valle de México con origen y destino en la Central de Abasto de la capital, hay mucho que se puede hacer al interior de las flotas nacionales. 

En este contexto, el también delegado de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) considera que si bien hay muchas herramientas, acciones, planes y estrategias para disminuir la incidencia delictiva al interior de las empresas, para Transportes Flores hay dos claves que hacen y pueden hacer la diferencia en este renglón. 

1. Inversiones tecnológicas

En línea con la tendencia en telemetría, Valentín Flores explica que no solo se trata de contar con unidades equipadas con GPS, sino con plataformas que arrojen la mayor cantidad de información posible, a fin de rastrear los vehículos a través del monitoreo y gestionar rutas más eficientes y seguras.

“Esto sin duda requiere una inversión, pero justo esa es la visión, ya que cada peso destinado en tecnologías, plataformas, GPS e, incluso, blindajes que inhiban los robos, representará ahorros significativos tanto en términos de dinero como de tiempo y operación”, señaló el empresario.

2. “Que las autoridades valoren al sector”

Casi a manera de deseo o mejor aún, de propósito, Valentín Flores repara en la importancia de que las autoridades valoren al autotransporte como actividad esencial en la cadena logística y en la vida del país, pues sin éste, nada sería igual. 

“Si nuestras autoridades en serio valoraran la importancia del autotransporte, seguro tendríamos un sector más seguro, competitivo y eficiente, pues tanto los robos como la sobrerregulación y la infraestructura serían también temas esenciales en cualquier estrategia sin importar el nivel de gobierno”, agregó.

La capacitación para tener mejores protocolos

En este contexto, Raúl Díaz, Delegado de la Canacar en Querétaro, señala que el constante entrenamiento a conductores y personal operativo ha sido fundamental para actualizar los protocolos de seguridad de su compañía, a fin de enfrentar los nuevos retos en la materia. 

Es por eso que al interior de la empresa han desarrollado sólidos y dinámicos programas de capacitación, no solo en términos de conducción, sino de acción y reacción para prevenir, actuar y, de ser posible, evitar robos carreteros. 

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“Saber cómo actuar ante cada escenario es esencial para salvaguardar, primero, la integridad de nuestros operadores, y segundo, para proteger las mercancías que transportamos y también nuestras unidades, ya que la delincuencia en los últimos años ya no es solo tema de robarse los productos, sino que se llevan todo y hasta ponen en peligro la vida de los conductores”.

Por último, el empresario detalla que estos procesos de capacitación deben ser actualizados constantemente, pues la delincuencia también se las ha ingeniado para llevar a cabo los atracos, de tal manera que el modus operandi siempre es distinto y un gran reto es evolucionar y renovar las estrategias y protocolos de seguridad.

Comunicación interna y externa

Las inversiones de las empresas de autotransporte en materia de seguridad son cada vez más importantes para prevenir y disminuir los robos. Y uno de los rubros más importantes está en la comunicación que se tiene al interior de las compañías como al exterior, con autoridades y generadores de carga. 

Las buenas prácticas para un transporte más seguro empiezan en el seno de las compañías del sector, apunta Israel Delgado, Delegado de la Canacar en Tijuana, pues mientras las autoridades hacen su trabajo, cada uno puede y debe hacer lo propio por su seguridad. Como es el caso de la comunicación.

“Tener infraestructura y políticas de comunicación interna ha sido fundamental para saber dónde están los operadores y las unidades. Tiempos, formas, condiciones y, en este caso, riesgos son los factores que permiten delimitar estrategias y protocolos al respecto”, señala el empresario.

En tanto, la comunicación externa se refiere a todos los canales que han abierto con otros transportistas, cámaras y asociaciones, autoridades y con los mismos clientes para estar coordinados en cada flete y en cada punto por donde tengan que circular las unidades. 

“En estos tiempos, la información ha cobrado mayor relevancia, y no solo para medir resultados, sino para obtener datos confiables que nos permitan desarrollar estrategias más robustas, pues el intercambio entre organismos siempre enriquecerá al propio sector”.