Mario Delgado, presidente de la Comisión del Distrito Federal en el Senado, subrayó que construir en una ciudad que creció sin planeación requiere de esfuerzos, pero también conciliación social con los vecinos, donde se llevan a cabo obras.
Durante una reunión de trabajo con servidores públicos de la SCT, directivos de la empresa Promotora y Operadora de Infraestructura (PINFRA) y vecinos de la Ciudad de México que serían perjudicados por la construcción del Proyecto Viaducto-La Raza-Indios Verdes-Santa Clara, el legislador dijo que debe existir un balance entre las comunidades y el desarrollo de infraestructura, privilegiando a la ciudad, el transporte público y el medio ambiente.
En tanto, la senadora Mariana Gómez del Campo advirtió que hay angustia y preocupación por parte de los vecinos de la Ciudad de México, sobre todo de la delegación Gustavo A. Madero, ante la escasa información sobre dicho proyecto vial.
Dijo que en la Ciudad de México cada año se pierden áreas verdes –tan sólo en las últimas tres décadas se han devastado 250 hectáreas verdes– y mencionó que esto provoca cada vez más una peor calidad del aire y un ecocidio.
La legisladora reconoció la necesidad de mejorar la vialidad en la Ciudad de México, pero señaló que no debe ser a costa de los 5,300 árboles que se derribarían para llevar a cabo este proyecto, del que, dijo, con frecuencia forma parte de los parches que se hacen en la capital del país, a falta de una política integral urbana.
Por otro lado, el senador Armando Neyra hizo un llamado para aprovechar este tipo de proyectos, ya que si no se llevan a cabo en su momento, quedan en el olvido, situación grave en una ciudad que ha crecido desmesuradamente en los últimos sesenta años.
El subsecretario de infraestructura de la SCT, Oscar Callejo, dijo que este proyecto se lleva a cabo en coordinación con el Estado de México, con el propósito de mejorar las vialidades metropolitanas.
Asimismo, Rodrigo Rey, de la empresa PINFRA, explicó la factibilidad de la obra; señaló que la zona Indios Verdes está colapsada de mañana y tarde, lo que provoca contaminación por el tráfico vehicular que ahí se genera.
Si se llevara a cabo el desarrollo planteado, agregó, se mejoraría la movilidad, el impacto a la vegetación sería menor y se plantarían muchos más árboles que los derribados, argumentó. Señaló además que en la actualidad hay siete mil 400 árboles en la zona, de los cuales sólo se afectarían mil 437, pero que en su lugar plantarían cinco mil árboles.
Además, se llevará a cabo una compensación al Fondo Ambiental por 17 millones de pesos y se proyecta construir un parque, lo que aunado a la reducción del tránsito vehicular, debe reflejarse en una sensible disminución de contaminantes –se eliminarían del ambiente tres mil 274 toneladas de dióxido de carbono– además de que los trabajos se llevarían a cabo en horarios nocturnos, para trastornar lo menos posible la vida de los vecinos de la zona.
El subsecretario de Desarrollo Carretero de la SCT, Carlos Bussey Sarmiento, subrayó que el proyecto tendrá la participación del gobierno federal, del gobierno de la Ciudad de México y de las delegaciones; además destacó que es lo menos invasivo posible y su principal propósito es mejorar la movilidad y el medio ambiente.