Al día se pierden en México 20,000 empleos formales de todos los sectores productivos, como efecto de la parálisis económica que se vive para evitar una mayor propagación del coronavirus y la falta de una política económica agresiva que apoye a las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPyMEs), informó el sector industrial. 

En la presentación del informe semanal COVID-Industrial, Alejandro Malagón, vocero de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), recordó que hace unos días el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que entre el 13 de marzo y el 6 de abril fueron dados de baja 13,000 empleos diarios.

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Sin embargo, la tendencia de hoy es la pérdida de 20,000 empleos al día, dijo. Esto en un contexto de poca visibilidad de la banca de desarrollo y la falta de una política fiscal que permita a las MiPyMEs contar con liquidez para enfrentar el paro total o parcial de sus actividades. 

Para reflejar los efectos de la pandemia en la economía y el empleo, los industriales realizaron una encuesta entre sus agremiados, del 17 y 20 de abril. Ejercicio en que 43.32% de los participantes fueron microempresas; 28.92 por ciento pequeñas empresas; y 15.42 por ciento, medianas unidades económicas.

Es decir, 87.68% de los participantes son MIPyMEs. Del total de las participantes, 92.31% de ellas abastecen principalmente al mercado nacional y solo 7.7% está orientada exclusivamente a la exportación, explicó José Cohen, representante del calzado, textil y el vestido dentro de Concamin. 

El 94.16% de las empresas declaró que han tenido impactos negativos por la problemática del coronavirus COVID-19. En su interior, 51.2% ve reducidas sus ventas, de entre 51% y 100 por ciento.

Malagón añadió que más de 40% las firmas del sector industrial vive en una incertidumbre total, mientras que dos de cada 10 cree que será hasta finales de junio cuando normalizará su producción. 

Otro 20% estima que será hasta septiembre cuando y una de cada 10 consideró que será a finales de año cuando podrán reincorporarse a las actividades normales, previas al coronavirus COVID-19. 

En este contexto, los industriales reiteraron que las empresas reportan en estado crítico en sus finanzas, situación que llevó a 49% de las participantes a reducir su plantilla y solo 1.0% ha generado nuevos empleos formales a partir desde que se restringió la movilidad de las personas y se obligó a parar a las actividades consideradas como no esenciales. 

Ante el panorama, la Concamin expuso una vez más que las peticiones más sentidas de las MIPyMEs es la necesidad de diferir el pago de los impuestos y el pago de las cuotas obrero-patronales. 

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En segundo lugar, piden al Gobierno de Andrés Manuel Obrador que se les permita operar bajo estrictas condiciones sanitarias. Adicional, denunciaron incongruencias, ya que muchos cerraron sus plantas, pero tienen que pagar el transporte de gas, de Cenagas. 

Por último, los industriales reiteraron su llamado a que la banca de desarrollo se haga presente, con financiamiento que les permita respirar y mantener los empleos. 

La encuesta también reveló que más de 90% de las unidades industriales no ha recibido apoyo alguno por parte del Gobierno federal, estatales o municipales.

Raúl Picard aseveró que de continuar la situación, las MiPYMEs caerán en problemas de solvencia y ahí será evidente que el empresario no puede estar obligado al imposible.

Una de las consecuencias, añadió, será el dejar de proveer de recursos al Gobierno federal, a través del pago de impuestos, para que éste siga adelante con sus proyectos de infraestructura y sociales.

“Lo que se puede hacer es entregarle la empresa al Gobierno y que haga lo que quiera con ella”, sostuvo.