Esta semana, afiliados a la Alianza Mexicana de Organización Transportista (AMOTAC) realizaron manifestaciones en diversos puntos del país –ya sea de manera parciales, intermitentes o totales–, ¿qué implica para la operación del resto de las empresas de transportistas?

El Termómetro TyT de esta semana indagó sobre los principales impactos que generan estos actos, concentrando 230 votos a través de la cuenta de Twitter @revistatyt.

En primer lugar, con el 47.8% de la participación se colocó el riesgo de robo. Y es que el simple hecho de detener el vehículo en plena carretera implica estar expuesto a ser víctima de un delito, toda vez que el 92% de los casos de robo a transportistas, la unidad es interceptada en tránsito; un bloqueo ahorra a los delincuentes el cerrarle el paso y pueden ir directamente a sacar la mercancía.

Otra posibilidad es que, en virtud de cumplir con los tiempos de entrega, se opte por tomar una vía libre que pudiera estar menos vigilada.  Asimismo, hay posibilidades de que, en caso de ser víctima de un robo, los servicios de emergencia o auxilio no lleguen a tiempo debido al tránsito parado.

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Por otro lado, el 23.9% de los votantes consideró que los reajustes logísticas es el principal impacto para la operación e las empresas transportistas. Especialmente en el caso de esta semana, la propia Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR) instó a los transportistas a ajustar su logística para evitar, en la medida de lo posible, circular por las carreteras del país.

Por ello, las flotas optaron por reprogramar los viajes, las horas de entrega y los tiempos de operación. Si bien esto puede representar un problema, transportistas recomiendan manejar estas situaciones con transparencia para llegar a un acuerdo con los clientes, pues ellos también entienden que los bloqueos viales son situaciones que quedan fuera de las manos del operador.

El Termómetro TyT reveló que el 20.9% de los participantes consideró que el principal impacto es la fatiga del operador, continuando con el enfoque de las empresas de mantener a sus colaboradores en el centro de su operación. Mantenerlos en las carreteras en medio de una manifestación no solo es un riesgo a su integridad, sino horas desgastadas ahí.

Finalmente, el 7.4% de los participantes en este ejercicio de opinión consideró que el mayor impacto de los bloqueos para la operación de los transportistas es el desgaste del vehículo, sus partes e incluso consumibles.

La operación en ralentí y el consumo de combustible que implica, el desgaste del motor y llantas. Todo ello son factores que impactan a las flotas.