Tras varios meses de incertidumbre por la escasez de componentes automotrices, Toyota Motor Corporation incrementó su estimación en el volumen de producción global de septiembre a noviembre a 900,000 unidades por mes.
La empresa nipona había mantenido, desde abril, una estimación de su plan de producción entre 700,000 y 850,000 unidades, con repetidos ajustes mensuales derivados de la complicación para obtener piezas como resultado de la propagación de COVID-19 y fenómenos naturales.
El incremento en este cálculo, señaló Toyota, se basa en la confirmación ‘cuidadosa’ del suministro de piezas y las estructuras de personal, así como las capacidades de las instalaciones de sus proveedores.
La armadora declaró que la previsión de producción para el ejercicio se mantiene sin cambios, en los 9.7 millones de unidades aproximadamente, aunque enfatizó que aún es difícil conjeturar la situación de la industria para los próximos meses.
En lo que va del año, esta estimación es la segunda más alta, la primera fue en marzo, cuando el plan de producción se dirigió a las 950,000 unidades.
En tanto, Toyota indicó que se espera que el volumen de produccicón global para septiembre sea de aproximadamente 850,000 unidades, de las cuales 250,000 corresponderían a Japón y 600,000 al extranjero, dado que la planificación del noveno mes va en línea con el plan de producción promedio anunciado para el periodo de agosto-octubre.
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Para septiembre la empresa anunió que suspenderá tres líneas de producción en una sola planta ubicada en Japón, los modelos que resultarán afectados con esta detención de actividades son: MIRAI, corona, bZ4X, SUBARU Solterra, Lexus y GR Yaris.
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