Juan Manuel considera opciones para invertir el dinero que tramitó de un préstamo. Su intención es dejar su empleo y emprender, pero no quiere equivocarse: valora las alternativas, los riesgos, el retorno y el potencial de cada mercado… su decisión es el transporte.

Conoce personas con flotas más bien pequeñas y sabe que no es fácil conseguir fletes, pero también tiene algunos contactos que le han dicho que si tuviera vehículos de carga, sin duda lo apoyarían para que anduvieran rodando el mayor tiempo posible. 

Su experiencia profesional se remonta a tres empresas en las que ha sido responsable de contratar transporte, y aunque no le es ajeno, sabe que hay mucho riesgo, sobre todo en largas distancias. 

El tema de la inseguridad es su mayor preocupación, ya que se trata, por un lado, de una inversión mayor, al igual que el riesgo. Los gastos alrededor del vehículo, el remolque, las pólizas de seguro, un buen salario para los operadores… todo esto constituye un tema de lo más serio. 

Cuando decide comprar dos tractocamiones, ya tiene claro de qué marca serán y cómo programará los pagos, pues su inversión no es tan alta para comprarlo de contado. 

También tiene un par de primos que han conducido quinta rueda en distintas empresas y le contaron cómo son los esquemas; les ofreció trabajo y rápido aceptaron. 

Los trámites de inicio también requirieron un buen dinero y, sobre todo, tiempo, pero tiene todo listo; ahora alista los papeles para conseguir buenos contratos que amorticen la operación durante el primer año. 

Sabe también que se requiere paciencia y mucho trabajo. Mucha responsabilidad, pero le emociona la idea de emprender, pues desde que salió de la universidad, hace ya más de 20 años, siempre imaginó que trabajaría para juntar un dinero e invertirlo para su retiro. Ya no pertenece a las generaciones que piensan en la jubilación tradicional. 

Le gustan los retos y éste, sin duda, es el mayor en toda su vida. Al principio son tres personas las que se suman al proyecto: los dos operadores y una contadora recién egresada que confió en el proyecto. 

Aunque pensó que él mismo podría conducir una unidad, muy pronto decidió que mejor se enfocaría en las ventas, un rubro que conoce muy bien y en el que seguro habrá un mayor potencial, pues su objetivo es ofrecer el mejor servicio, con la garantía de su palabra. Y las personas lo conocen. 

Así que la responsabilidad es mayor, pues sí se trata de una confianza profesional, pero para él es más importante el tema personal, ya que eso fue lo que lo motivó a invertir en esta industria. Nunca ha quedado mal en términos laborales, y no quiero hacerlo ahora con el transporte. 

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La empresa ciertamente es pequeña y no cumple ni medio año de vida, pero el aprendizaje, las ganas y el hambre de crecer no han desaparecido; Juan Manuel sabe que no se equivocó y le gusta la nueva aventura, en la que seguirá, al igual que nosotros, Al Lado del Camino. 

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