Un grupo de senadores de Estados Unidos hicieron un llamado al gobierno de Joe Biden para endurecer su postura en materia energética en su relación con México y poner un freno a la propuesta de Reforma Eléctrica planteada por el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.
A través de una carta enviada al secretario de Estado (Anthony Blinken) y la secretaria de Energía (Jennifer Granholm), los legisladores demócratas que firman la misiva pidieron expresar de manera más enérgica la postura de Estados Unidos sobre el impacto que tendrá la reforma que se debate en México, no sólo para las inversiones de empresas estadounidenses, sino también para los objetivos globales sobre el medio ambiente.
«Escribimos con inquietudes sobre las acciones del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador para socavar los esfuerzos de desarrollo de energía renovable del sector privado en México a favor de las industrias estatales de combustibles fósiles e instamos a la administración Biden a que se pronuncie con más fuerza en apoyo de la producción de energía renovable que beneficiar a ambos países», señalan los cuatro integrantes del Comité de Relaciones Exteriores.
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El documento fue enviado al gobierno de EU mientras que se realiza en el Congreso mexicano el parlamento abierto sobre la propuesta de reforma hecha por el Ejecutivo; y cuyo votación podría realizarse en marzo.
La carta -firmada por Robert Menendez, Brian Schatz, Jeff Mergle y Tim Kaine- destaca que la Reforma Eléctrica de AMLO afectará los planes de inversión estadounidense en el mercado eléctrico mexicano e impactará la agenda medioambiental de Joe Biden y entraría en posible conflicto con la letra del Tratado entre México, EU y Canadá (T-MEC).
«Si se promulga, el gobierno mexicano cancelaría los permisos, contratos y certificados de energía renovable; eliminar las agencias reguladoras federales de energía que brindan controles y contrapesos a las compañías estatales de energía (…); una reorganización de las cuotas de producción de energía privadas y estatales para favorecer la producción de combustibles fósiles; y establecer al Estado como único implementador de la transición de energía limpia de México».
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También subraya los efectos nocivos que el cierre a las concesiones para minar litio tendría para la agenda verde de la Casa Blanca, para el suministro de minerales estratégicos del país y para la competencia con China.
El documento se envió días antes de que la secretaria Granholm llegue a México para una reunión con la titular de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle; en la que según el propio presidente ha señalado que no habrá ningún tema “intratable o vedado” en la conversación.
