Guanajuato y Michoacán son dos estados del Bajío que enfrentan dificultades para recuperar los empleos formales destruidos por la pandemia del COVID-19 en 2020, refieren datos a mayo del Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS). 

Entre enero y mayo de este 2021, Aguascalientes, Jalisco, Querétaro y Zacatecas habían borrado la pérdida de puestos de trabajo que propició la presencia de la pandemia, en especial durante el segundo semestre de 2020.

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Sin embargo, Guanajuato y, en especial, Michoacán se encontraban lejos de tal objetivo, mientras que San Luis Potosí estaba cerca de conseguirlo. 

Guanajuato, el segundo generador de empleo registrado ante el IMSS en el Bajío, por debajo de Jalisco, perdió 34,700 plazas el año pasado, y al quinto mes de 2021 había creado 16,197 puestos de trabajo. 

Es decir, a la entidad gobernada por Diego Sinhue Rodríguez le faltan 18,503 empleos formales para recuperar el terreno perdido en la etapa más complicada de la crisis sanitaria y económica en el país. 

Después de acumular nueve meses de alzas en el empleo, Guanajuato retrocedió en mayo pasado, con la pérdida de 511 plazas respecto a abril. Adicional, los números indican que el ritmo de generación de empleos ha sido insuficiente. 

Al cierre del 31 de mayo, esta entidad del Bajío contaba con 993,309 empleos formales, lejos aún del más de un millón que reportó el IMSS a principios del año pasado. 

En el caso de Michoacán, se ha profundizado el desempleo, pues en 2020 perdió 1,487 plazas a las que se suma la destrucción de 2,957 puestos más en los primeros cuatro meses del presente año. 

El estado a cargo de Silvano Aureoles es el cuarto mayor generador de empleo en la región del Bajío, con 455,820 puestos formales registrados por el IMSS al corte del 31 de mayo pasado. 

San Luis Potosí perdió 6,845 puestos laborales en 2020, de los cuales recuperó 5,257 entre enero y mayo de 2021, es decir, está a 1,588 plazas de al menos estar a niveles de diciembre de 2019, cuando aún no llegaban al país los efectos de la pandemia surgida en China. 

Sin embargo, al igual que Guanajuato, la entidad federativa ha reportado retrocesos mensuales, en este caso, durante abril y mayo pasado, lo cual significa un obstáculo para la recuperación de su economía. 

En contraste, Jalisco consiguió en mayo pasado borrar la pérdida de 32,332 empleos formales del año pasado, al sumar la generación de 35,240 plazas. 

Al último dato del IMSS, el estado contaba con un millón 815,607 empleos formales, cifra que lo ubica como el principal generador de empleo formal en el Bajío. 

Querétaro generó 20,130 plazas entre enero y mayo pasado, desde la pérdida registrada de 12,423 empleos, al cierre de 2020. 

Así, la entidad cuenta con 615,626 plazas registradas ante el IMSS –la tercera cifra más importante de fuentes de empleo formal en la región–. 

En Aguascalientes fueron creados 10,454 empleos ante el IMSS durante los primeros cinco meses del año, 3,587 más que los eliminados durante el momento más álgido de la pandemia en el país. 

Aguascalientes contaba con 331,878 plazas registradas ante el IMSS al 31 de mayo, si bien supera el cierre de 2019, aún está lejos de alcanzar el pico de 338,559 puestos logrados en febrero del año pasado, antes de la pandemia. 

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Por último está Zacatecas, economía del Bajío que reportó la destrucción de 2,093 empleos, al cierre del año pasado, pero que en los primeros cinco meses de 2021 recuperó 2,818 plazas. 

El estado genera un total de 189,898 puestos de trabajo ante el IMSS, con un crecimiento sostenido en los últimos cuatro meses de 2021.