Son varias las voces que se han pronunciado acerca del cambio en la regulación de emisiones prevista para 2018; sin embargo, la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT),  tiene la labor de conjuntarlas para puntualizar la postura de las armadoras y promover alternativas que permitan una transición libre de sobresaltos para la industria del autotransporte.

Por lo anterior, Miguel Elizalde, presidente ejecutivo de la ANPACT, señaló que previo a cualquier modificación, las autoridades deben garantizar el abastecimiento de combustible en todo el territorio nacional y, a partir de ese hecho, ofrecer un plazo mínimo de 24 meses para que los fabricantes de equipo original puedan considerar los factores necesarios para la producción, comercialización y atención postventa de sus unidades con los aditamentos pertinentes para cumplir con la norma de emisiones establecida.

Otro punto de gran relevancia para la ANPACT, es el otorgamiento de estímulos verdes. Elizalde expresó que aunque aún no hay nada definido al respecto, su prioridad será gestionar con la Secretaría de Medio Ambiente y la Secretaría de Hacienda la posibilidad de que los transportistas tengan acceso a apoyos directos a la hora de adquirir sus unidades. Manifestó que con base en la experiencia del encarecimiento que han sufrido los vehículos al hacer el cambio de emisiones en otros países, el porcentaje de apoyo oscilaría entre el 15 y 20% del valor de la unidad.

El dirigente declaró que los incentivos verdes son clave para que los transportistas vean un beneficio real en la compra de unidades que incluyan las nuevas tecnologías. De lo contrario, optarán por no renovar su flota o importar vehículos de Estados Unidos, lo cual seguiría incrementando la antigüedad del parque vehicular en México y obstaculizaría el principal objetivo de la aplicación de la NOM-044, que es mejorar la salud del ambiente y de la sociedad.