Diariamente, la Guardia Nacional reporta cierres a la circulación en carreteras federales por presencia de habitantes, al menos una vez al día; mientras que recientemente, cámaras y asociaciones afiliadas a la CONCAMIN expresaron su preocupación por el aumento y recurrencia de los bloqueos a las vías férreas. Todo ello, representando un impacto a la logística, industrias y consumidores a nivel nacional.

Por ello, esta semana, el Termómetro TyT indagó sobre los impactos de estas acciones a la actividad logística, reuniendo la opinión de 658 seguidores a través del Twitter @revistatyt.

En primera posición se colocó el desabasto de productos, aspecto que concentró el 40% de la participación, equivalente a 263 votos. Y es que, en el caso del autotransporte –que moviliza el 56% de la carga del país– ve afectada su operación por la constante toma de vías de casetas o bloqueos en vías de comunicación.

De acuerdo con datos de los propios concesionarios de autopistas, en plena pandemia, cada dos horas es tomada una caseta solo en el centro del país, estas acciones generan pérdidas por 3,000 millones de pesos por cobros de peaje.

Según estimaciones de la Asociación Mexicana de Concesionarios de Infraestructura Vial (AMCIV), la toma de dichas instalaciones se ha duplicado en los meses recientes, a tal grado que este año las pérdidas casi superan la de una década.

Sobre el sector ferroviario, la Asociación Mexicana de Ferrocarriles (AMF) ha alertado que los bloqueos a vías que actualmente se encuentran en Chihuahua y Michoacán podrían afectar el abastecimiento de productos en el Buen Fin, lo que repercutirá en grandes industrias y tiendas departamentales.

En segundo lugar, en el Termómetro TyT se colocó el riesgo de sufrir un robo, rubro que concentró el 26.7% de la votación, es decir, 176 opiniones a favor.

Sobre el tema, transportistas señalan que, dependiendo de las zona donde el vehículo quede detenido, persiste el riesgo de ser víctima de un delito; también si, en virtud de cumplir con los tiempos de entrega, se opta por una vía libre que pudiera ser menos vigilada.

Datos de SensiGuard revelan que el 89% de los atracos al autotransporte ocurren mientras las unidades están en carreteras; un bloqueo les evita a los delincuentes el cerrar el paso a la unidad y pueden ir directamente a sacar las mercancías; o bien, si es el caso, es más difícil que los servicios de emergencia lleguen a tiempo debido al tránsito.

Recientemente, la AMF reportó ya dos robos en los bloqueos de Chihuahua y Michoacán, ya que los carros están detenidos  y la gente aprovecha para llevarse la mercancía. A pesar de que aún no se estima la cantidad perdida, los hurtos ya fueron denunciados.

Por otro lado, en tercer lugar se colocó la improductividad de la flota debido a los constante bloqueos. Este aspecto se llevó el 16.7% de los votos, es decir, 110. Al respecto, cabe mencionar que una unidad de carga parada representa una pérdida de dinero, pues los costos fijos nunca se detienen: sueldos de operadores y personal administrativo, pago de seguros, entre otros. El tractocamión es un activo de la empresa adquirido para, precisamente, producir ganancias y solventar estos gastos.

Que un vehículo quede varado entre los bloqueos, puede provocar que los operadores dejen la unidad en ralentí, lo que provoca sobrecalentamiento del motor, mayor consumo de combustible y daños al ambiente por las emisiones generadas.

Finalmente, los participantes en el Termómetro TyT colocaron a la manufactura detenida por los retrasos en la entrega de materias primas, este aspecto tuvo el 16.6% de las opiniones, es decir, 109 votos.

Para el autotransporte, la industria automotriz, uno de sus principales clientes, depende del just in time y los retrasos que generan estos bloqueos pueden impactar toda la línea de producción de los vehículos.

Por su parte, los empresarios ferrocarrileros señalaron que estos eventos afectan de manera grave las industrias y las cadenas logísticas, incluso en Estados Unidos y Canadá, generando impactos negativos como sobrecostos operativos y la imposibilidad de mover carga a destinos que paralizan rubros como el acerero, agroindustrial, automotriz e intermodal.

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