Entre las disrupciones padecidas en las cadenas de proveeduría a nivel global, acarreadas por la emergencia sanitaria, México mantiene su liderazgo en la industria de vehículos pesados y con la vista puesta en transitar hacia el uso de energías más limpias y la meta de un sector mas eficiente y seguro, afirma Miguel Elizalde Lizarraga, Presidente Ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT). 

El mayor reto que enfrentan actualmente las empresas que integran esta agrupación, es un fenómeno global cuya solución no está en manos de la industria. Se trata del desabasto de semiconductores en la manufactura, el cual ha llevado a las fábricas a ajustar su producción, pero jamás a detenerse, como pasó con la llegada de la COVID-19 en 2020. 

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El desajuste en la oferta y la demanda en el comercio mundial, también provocó la escasez de contenedores y saturación de puertos, factores que han elevado los costos de los fletes y ocasionado importantes problemas logísticos para las empresas. 

Éstas son las condiciones con las que 2022 enciende sus motores. Elizalde Lizarraga prevé que será hasta la segunda mitad del próximo año cuando el promedio de sus asociados verá una normalización en su cadena de proveeduría. En este sentido, aclara que: “Esto no significa que dejemos de producir, exportar o vender. Nuestra proyección es de un crecimiento anual de 10.8% de las ventas al mayoreo”.

Miguel Elizalde adelanta que habrá una ligera recuperación en el mercado interno; sin embargo, los niveles de ventas de la prepandemia llegarán entre 2023 y 2024. En lo que eso sucede, la ANPACT no se detiene a contemplar el escenario, sino que tiene una agenda perfectamente trazada para ayudar a construir un panorama favorable para el autotransporte de carga y pasaje, así como para el desarrollo económico y social de México.  

Abasto energético

Con la publicación de la actualización de la NOM-044-SEMARNAT en el Diario Oficial de la Federación (DOF) llegó la certidumbre para dar varios pasos más en materia de medio ambiente. Uno de ellos, es el total abasto de diesel de Ultra Bajo Azufre (UBA) y que su disponibilidad sea exhibida en las gasolineras, para facilitar la labor de los transportistas.  

“La normatividad no es el único camino para reducir emisiones, dado que mantendremos mesas de trabajo con las autoridades, de forma mensual y anual, para evaluar las condiciones relacionadas con la NOM-044, como lo es la infraestructura energética, para poder promover las tecnologías Euro VI y EPA 10.

Se requiere mayor infraestructura energética para que cada vez más transportistas se animen a renovar y haya una transición tecnológica ordenada hacia 2025. Nosotros, como industria, trabajaremos en tener ambos estándares disponibles (Euro V/EPA 07 y Euro VI/EPA 10), porque la tecnología nueva es más eficiente y tiene beneficios en seguridad vial”. 

En camino hacia las cero emisiones 

La electromovilidad en el autotransporte, tema que se ha puesto en la mesa de discusiones —tanto en las naciones desarrolladas como en las que están en vías de desarrollo— para frenar el calentamiento global, tiene un peso importante en la agenda 2022 de quienes conforman la ANPACT. 

Miguel Elizalde celebró que en México se esté avanzando en la integración de vehículos eléctricos, así como el interés de las empresas para iniciar la adopción temprana de nuevas tecnologías más amigables con el ambiente. Por ello, refiere que, para tener un avance sólido, se debe trabajar en la infraestructura energética. 

Tenemos entre 70 y 80 estaciones de abasto de gas natural, cuando deberíamos tener más. Lo que vemos hasta ahora son entre 10 y 15 electrolineras de enchufes de vehículos pesados, así que debemos trabajar mucho más en esto.

A veces queremos adoptar una tecnología, cuando no tenemos la infraestructura. No queremos que suceda algo similar a lo que estamos viviendo ahora con el diesel de Ultra Bajo Azufre; queremos tener opciones de gas natural, híbridos, eléctricos y más adelante, de hidrógeno”. 

Añade que, así como Estados Unidos destina inversiones millonarias para trabajar en el futuro de energías renovables, en México las autoridades y la iniciativa privada deberían hablar de algo similar para no perder competitividad. 

Debemos transformarnos para ser en un futuro líderes en producción y exportación de vehículos cero emisiones. Es lo que se debe hacer en estrecha colaboración con las autoridades para poder mantener, en los siguientes años la competitividad que ha caracterizado a la industria en México”.     

Importación de usados, una regresión 

Quien en agosto pasado cumplió nueve años al frente de la ANPACT, insiste en que el ingreso de estas unidades al país es regresivo para las empresas, la economía mexicana y para el cuidado del ambiente. Sin embargo, la crisis provocada por la pandemia creó distintas condiciones que incrementaron notablemente esta práctica. 

De hecho, se estima que este 2021 la importación de vehículos pesados usados será cercana a las 11,000 unidades, el máximo nivel desde 2014, cuando la cifra fue de 17,674.

Seguiremos trabajando con las autoridades para poner el piso parejo en la importación de vehículos de desecho. Tenemos que trabajar con la Semarnat para actualizar el acuerdo ambiental, para que, si se van  a producir o a fabricar en México estándares Euro V y EPA 07, solo se puedan importar al menos esos modelos, no tecnologías más antiguas”. 

Una movilidad que reconozca a la logística

La ANPACT se ha mostrado activa en la integración de esta nueva legislación, con la finalidad de que impulse, con reglas claras y recursos públicos, la renovación de la flota de los Gobiernos para tener un servicio de transporte público de mejor calidad, más limpio y seguro para los usuarios. 

Entre los objetivos de la Asociación, están que la Ley reposicione a la logística de acuerdo a la importancia que tiene en el abasto y funcionamiento de la economía, y que en el Sistema Nacional de Movilidad y Seguridad Vial –instancia superior de coordinación y formulación de políticas públicas– se incluya como integrante de la Secretaría de Economía (SE), al ser la autoridad que define las normativas a nivel de dispositivos en seguridad vehicular. 

Mercado estable hacia 2022

La ANPACT también es un importante generador de carga y su previsión es que para 2022, tenga un crecimiento similar al del año que está por concluir, impulsado principalmente por la demanda proveniente de Estados Unidos, mercado al que la industria mexicana de vehículos pesados dirige el 85% de su producción. 

Miguel Elizalde Lizarraga visualiza una mayor diversificación del mercado, aprovechando la red de tratados de libre comercio extensa que tiene México, además de los próximos nuevos aliados comerciales, como el caso de Ecuador, país con el cual México trabaja de forma estrecha en la creación de un Acuerdo de Libre Comercio, aspectos que de concretarse, consolidarán el destino de la industria de pesados establecida en México.

En cuanto al impulso al mercado interno, la Asociación iniciará el año con el pie derecho, con la celebración de Expo Transporte ANPACT del 9 al 11 de marzo, evento que reunirá nuevamente de manera presencial a toda la cadena de valor del autotransporte, movilidad y logística presente en México, lo cual la convierte en la más grande de América y en una de las más importantes del mundo.  

El panorama 2022 para la industria de pesados no está exento de los retos generados por la pandemia y sus variantes; sin embargo, la ruta es clara e incluye no solo temas de normatividad, cuidado del ambiente y fortalecimiento del mercado interno, pues la profesionalización de los transportistas está presente en el mapa de la ANPACT, a través de la plataforma EducaT, presentada en octubre pasado, y que para el próximo año será un proyecto más maduro. 

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