Gracias a un modelo de tolerancia cero al delito, aunado con protocolos disuasivos, elementos tecnológicos y aplicación de acciones legales ante cualquier robo o incidente que se le presente a sus clientes, Alto ha logrado desarrollar un protocolo de disminución de riesgos de asalto al transporte de carga y, en el caso de incidentes, una considerable recuperación de vehículos y mercancías.
Lo anterior lo detalló Verónica Arellano, Gerente de Protección de Activos en Movimiento de Alto, quien explicó que la empresa se dedica a asesorar transportistas y flotilleros para proteger activos físicos y en movimiento, por medio del uso de la tecnología y protocolos de seguridad.
«Sea mínimo o sea grande el robo, para nosotros un robo es un delito y se llega hasta las últimas consecuencias», afirmó Arellano en entrevista con TyT; expuso que la filosofía de la empresa de actuar legalmente se da desde su fundación en 2005 en Chile e, incluso, viene desde su nombre, que significa «Acción legal total».
«Nosotros nos dedicamos a proteger los activos, activos hacia el interior de los centros de distribución y al exterior; los activos en movimiento son los vehículos que generan las entregas y la mercancía, esta protección de Alto la realizamos a través de estrategias preventivas», añadió,
La directiva expuso que una de las áreas principales de Alto es la prevención, misma que realizan a través de los sistemas con que cuentan y que les da la posibilidad de identificar riesgos, utilizar información para generar mapas de riesgos, emitir alertas y, en el caso de incidentes, perseguir el delito mediante las acciones legales correspondientes.
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En México desde 2012
Alto se fundó en Chile en 2005 como una innovación social, con un local de supermercado al sur de Chile víctima de constantes robos. Su fundador, Jorge Nazer, creó un modelo que combinaba la tolerancia cero al delito con la comunicación disuasiva.
Posteriormente la empresa se amplió y comenzó a prevenir y disminuir las pérdidas patrimoniales en cualquier tipo de industria. Entró en el área de los servicios básicos, logística, industrial, alimentación, salud, entre otros. Y fue entonces que comenzó a internacionalizarse, teniendo presencia en Colombia, España, Estados Unidos, Perú y México, donde llegó en 2012.
Actualmente, Alto tiene cobertura nacional y tiene representaciones legales en 200 ciudades de la República Mexicana. La entrevistada reconoce que el robo de transporte se ha incrementado en todas las industrias en México y esas acciones producen pérdidas que, además de impactar a las empresas, repercuten finalmente en el alza de precios al consumidor final.
«En el 2022 se registró este incremento que, como ciudadanos y como empresas particulares nos preocupa: un 11.5% de incremento, nos comparte el dato el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional; es un número que nos ayuda a identificar que tenemos un problema importante», expresó Verónica Arellano.
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Zonas y productos con mayores riesgos
La directiva dio a conocer que, con base en sus registros, han identificado algunas de las zonas más riesgosas para el transporte de carga, así como los productos más robados.
«La Ciudad de México y el Estado de México presentan este tipo de eventos, muy particularmente en el Estado de México, en la zona norte en la Ciudad de México, presentan este índice de eventos de robo a transporte», agregó.
Otras zonas de alto riesgo para el transporte de mercancías son Guanajuato, especialmente Apaseo El Alto; Querétaro; Puebla, en la caseta de San Martín Texmelucan hasta el corredor Esperanza; Jalisco, en municipios como Guadalajara, Tlaquepaque y Tlajomulco de Zúñiga; y San Luis Potosí.
Por lo que respecta a los productos, la directiva señaló que los más robados son los de la canasta básica y las autopartes; además, también son muy robados: mercancía de alto valor, ropa y zapatos, afectando a las industrias de retail, automotriz y tiendas departamentales.
Cedis, zonas de alto riesgo
De acuerdo con los datos que Alto ha logrado recopilar, los Centros de distribución (Cedis) son zonas de alto riesgo. Los transportes que parten de esos sitios son los más acechados por los delincuentes.
«Muchos delincuentes conocen también el tipo de entregas que se realizan en los centros de distribución y algunos lugares un poco más pequeños», comentó.
La directiva explicó que el problema se genera al momento de esperar para hacer la entrega de la mercancía. «Lo que tienen que realizar para la recepción de las entregas es generar una fila para que cada transportista se vaya formando; muchas veces, el acto delictivo se presenta cuando el transportista llega a esta fila; estamos hablando de un punto cercano la entrega, cuando ya está a punto de concretarse la entrega y desafortunadamente los delincuentes realizan este tipo de eventos ya muy cercanos al origen o el destino».
Además, en su mayoría actúan como grupos organizados. Advierte que se trata de personas que han demostrado tener un elevado grado de conocimiento sobre los procesos internos de las empresas de transporte; lo anterior les da el poder de saber qué tipo de mercancía llevan, además de conocer a detalle las rutas de tránsito.
Alto como sello disuasivo
Verónica Arellano comentó que Alto ha ido incrementando su presencia en el mercado mexicano, cuentan con clientes del sector retail, automotriz y textil, entre otros. Destacó que una de las ventajas que ofrecen a los transportistas es su «sello disuasivo», que es la colocación de su logotipo en el vehículo o empresa al cual están protegiendo.
«Muchos delincuentes que ya nos conocen, ya saben que sea mínimo, sea grande el robo, para nosotros un robo es un delito y se llega hasta las últimas consecuencias; ellos ya conocen nuestro logo y todos los vehículos de transporte cuentan con este sello Alto«, indicó.
«La prevención la podemos lograr a través de protocolos que tenemos en conjunto con nuestros clientes, a través de los sistemas y también le damos el seguimiento a los delitos a través de nuestro seguimiento legal, a través de nuestro equipo especializado en materia penal», concluyó la entrevistada.
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