El 11 de julio de 1955, Ernesto Flores, Cervecería Moctezuma y Embotelladora Peñafiel iniciaron un sueño con fines muy particulares y nunca se imaginaron en lo que se convertiría Transportes Americanos. 

La cervecera tenía la necesidad de un proyecto dedicado a la distribución de mercancías e insumos, principalmente entre Orizaba, Veracruz, y la Ciudad de México. Una flota de diez unidades trasladaba el producto entre ambas ciudades. 

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Cerca de 15 colaboradores eran los que conformaban Transportes Americanos en ese tiempo. Y aunque su nombre tiene una inevitable referencia estadounidense, más bien obedece a una moda de la época. 

Por esos años, más que “gringo” se usaba el término “americano” por la recién y creciente inversión de empresas de Estados Unidos en México. Tenía un guiño internacional y sin duda también mucho marketing. 

Por eso se llama así, por la moda de la posguerra que llamaba “americano” a todo lo nuevo que llegaba a México. Por la presencia de productos y tendencias estadounidenses, y el transporte no podía ser la excepción.

Quizá también por temas premonitorios, Transportes Americanos habría de dar un salto cualitativo cuando decidió cruzar las fronteras, pero no nos adelantemos. 

Al inicio la flota estaba dedicada al servicio de Cervecería Moctezuma y la embotelladora Peñafiel y así fue durante las primeras décadas. 

Y no fue sino hasta entrados los noventa, cuando empezó a diversificar su operación. Una vez que la cervecera se convirtió en Cuauhtémoc-Moctezuma se terminó la exclusividad y Transportes Americanos amplió su cartera de clientes. 

Entre sus primeros clientes nuevos destacan Colgate-Palmolive y la SEP, a quien le distribuía los libros de texto. 

Una década después, ya en el nuevo milenio, hizo honor a su nombre y vio la gran oportunidad que había en el transporte internacional. Abrió una oficina en Nuevo Laredo y empezó a establecer alianzas con transportistas de Estados Unidos. 

Una vez cambiado el paradigma y con la libertad de expandir sus propios horizontes, en 2013, Transportes Americanos abrió una filial en Laredo, Texas: TA Logistics.

Dos años más tarde, en la misma ciudad estadounidense, creó otra empresa: 3C Carriers. Una nueva especialización, el servicio puerta a puerta internacional despachando en ambos lados de la frontera. 

En 2021 ya es un corporativo referente para el autotransporte nacional con sede en Guadalajara, Jalisco. 

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Cuenta con una flota superior a los 200 vehículos, año-modelo 2020 y 2021. Emplea a más de 330 personas y tiene tres sucursales, además de dos patios en Guadalajara, uno en Nuevo Laredo y uno más en Laredo, Texas. 

Sesenta y seis años después, Transportes Americanos es una empresa mexicana convencida de que tiene todos los cimientos para seguir consolidando su presencia en ambos países y orgullosa de los logros obtenidos durante más de seis décadas.