Unidades paradas, escasez de conductores, nuevas medidas fiscales, la carencia de materias primas y la falta de colaboración en la industria son algunos de los principales desafíos del autotransporte en México, coincidieron empresarios del sector, quienes también señalaron los elementos que hay que revisar no sólo para superar esos desafíos, sino también salir totalmente renovados de un contexto complicado derivado también por la pandemia.

En ese sentido, directores generales de algunas de las compañías más relevantes del sector señalaron los principales problemas que se enfrentan incluso antes de la pandemia y mencionaron cuáles son a su parecer las acciones que se deben tomar para poder salir adelante en una coyuntura compleja como la que se vive actualmente.

Durante el DHL Transportation Forum 2021, Gustavo González, director general de ALMEX; Eduardo Cue, de Estrella Roja; Miguel Bres, de TDR Soluciones Logísticas; Raúl Monroy, de Transportes Monroy Schiavon (TMS); y Miguel Quintanilla, de Transportistas Unidos Mexicanos (TUM), coincidieron en que la escasez de operadores es una de las problemáticas más complicadas que enfrenta hoy el sector.

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Pues si bien la renovación de flota y la introducción de unidades con energías limpias son grandes pendientes, no contar con personal que opere los vehículos es un tema prioritario para cualquier empresa que participe del sector, ya que además de aportar a la eficiencia operativa (al reducir el número de unidades detenidas), tener operadores también permite cumplir con las exigencias del mercado.

«Puedes tener las mejores unidades, pero no tener un operador contento y capacitado nada de lo que hagamos valdrá la pena«, señaló Miguel Quintanilla, el director general de TUM, resaltando que además estos requieren de mayor capacitación y mejores condiciones laborales para volver a ser un empleo atractivo.

En ese sentido, Miguel Bres destacó que se tienen las unidades para atender la demanda de transporte del país, pero lo que se ha perdido es la mano de obra, y mencionó que durante el confinamiento por la pandemia se tuvieron que parar camiones y se perdieron muchos operadores, y «no es tan fácil recuperarlos y volver a echar andar esas unidades».

Por ello, ante las diversas problemáticas que enfrenta el sector, poner al operador en el centro de todo es una prioridad, y que atendiendo este tema se obtendrán beneficios para hacer frente a otros pendientes como la eficiencia operativa y la renovación vehicular, entre otros.

«Se debe trabajar en generar mejores condiciones a los operadores para que la profesión vuelva a ser aspiracional (…) El operador lo que quiere es hacer kilómetros, porque ahí es donde gana; cuando se deja parada una unidad pierden dos: el operador y el dueño», comentó al señalar que también es necesario lograr mejoras en los procesos para que los conductores pasen más tiempo en trayecto que en espera de cargar o descargar la mercancía.

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Por su parte, Gustavo González, de ALMEX, dijo que la pandemia permitió al sector dar una mirada atrás para identificar en lo que realmente debe enfocar sus esfuerzos: en su gente y en sus clientes; y que es en esto donde la tecnología puede ser clave para capacitar al personal y mejorar la comunicación tanto con interna como externa.

Para Raúl Monroy, de TMS, un avance en este tema será cuidar desde «las cosas más sencillas que impactan al operador», como mejorar los procesos para que no tengan que cargar de día y manejar de noche, reduciendo así el impacto que ese tipo de jornadas tiene en su salud; y también destacó que el trabajo colaborativo es un pendiente de la industria y que impulsarlo será la base para resolver la escasez de operadores y otros temas clave como las tarifas.

La pandemia afectó al transporte tanto de mercancía como de personas, y esa situación le ha dado la oportunidad al sector para entrar en un periodo de transformación y voltear hacia sus personal y sus clientes para ver qué es lo que quieren, invertir en capacitación y tecnologías que permitan ser mejores: «El sector debe reinventarse y ver dónde están esas oportunidades».

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Durante esta mesa redonda, los empresarios del transporte también abordaron el tema del CFDI con el complemento Carta Porte, el cual fue aplazado para enero del próximo año, coincidiendo en que es una medida de las autoridades para combatir la informalidad y cumplir con su visión de aumentar la recaudación; sin embargo, advirtieron que esto podría tener un efecto contrario si no es bien implementada y si la autoridad no obliga a todos a cumplir con esta disposición; además de que aún hay varios detalles que deben atenderse para su puesta en marcha.

«Aplaudo la intención para controlar el tránsito de las mercancías en el país, las grandes empresas tenemos la capacidad para hacerlo; pero el 80% de los requisitos depende de las empresas de otros sectores; y otra preocupación es qué va a pasar con el hombre camión y las pequeñas empresas. Se trata de poner una traba a la formalidad o de impulsando la informalidad, eso tiene que analizar el gobierno», señaló Miguel Bres.

En ese sentido, Gustavo González destacó que con las prórroga de la entrada en vigor de esta disposición y los acercamientos con la industria es que «quedó claro que va haber cambios y cambios importantes, cerca de 20 ajustes en los detalles que se harán en esta iniciativa (…) y las próximas mesas de trabajo serán criticas para determinar cómo finalizará este asunto».

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