La presentación del proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación ante el Congreso de la Unión, animó a la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM) a pronunciarse por la inversión racional en los sistemas de transporte público de nuestras ciudades, y contemplar la inmediata necesidad de comenzar a reducir el atraso nacional en el transporte público urbano de pasajeros.

El rezago, tal y como lo apunta el libro “Situación Actual del Transporte Urbano en México”, publicado recientemente por esta asociación, es del orden de 1.15 billones de pesos, solo en materia de infraestructura y equipamiento para el transporte público.

Estos recursos ayudarían a las 93 zonas metropolitanas que existen en el país a fomentar la inversión privada en el sector, a la vez que a dar solución, en un plazo de cinco años, a los graves problemas de movilidad que aquejan a estas ciudades.

Los resultados apuntados en el libro mencionado centran su atención en los sistemas ferroviarios, sobre todo de naturaleza suburbana y de trenes ligeros; en la promoción de carriles confinados, así como en la atención a poco más de 4,000 rutas de autobuses.

Con ello, será posible mantener la proporción de los usuarios del transporte público, a nivel nacional, dentro del rango del 60% de todos los viajes y reducir el uso del automóvil. Las inversiones que se proponen en materia de transporte público, se centran en la necesidad real de proveer 48 líneas de transporte férreo en este universo de 93 ciudades y 94 líneas de BRTs, pero fundamentalmente, en la mejora de las rutas de autobuses existentes.

Esto implica que el 57% de las inversiones irían dirigidas a la modernización y mejora de las rutas existentes, un 33% al fomento de infraestructura férrea en el país y el 10% restante al impulso de los corredores de autobuses confinados.

La inversión se distribuiría así: 2% en las tres grandes ciudades del país, 35% en las ciudades del centro de la República, 21% en las ciudades fronterizas y del norte del país, 10% en las ciudades del sur y finalmente, 6% en las ciudades turísticas. Con ello, se mejoraría el traslado de 100 millones de viajes persona-día, se incrementaría la productividad y la calidad de vida del usuario del transporte público.

Para la AMTM, queda en manos del Congreso de la Unión reconocer el rezago existente en el tema de la movilidad y enfocar la atención en el transporte público, donde el beneficiario principal es aquel de bajos ingresos y el sector más olvidado de nuestra población.

Será entonces importante dirigir las asignaciones del presupuesto de manera prioritaria al transporte público, dejando atrás las obras e inversiones que benefician al automóvil particular.