DHL, en colaboración con McKinsey & Company, identificó desafíos críticos en la logística para distribuir la vacuna contra el COVID-19, por lo que urgió a los gobiernos a iniciar la planeación para su distribución.

Dado que se espera que las primeras autorizaciones de uso de emergencia para vacunas contra el COVID-19 entren en vigor en el último trimestre de 2020, los proveedores logísticos se enfrentan al desafío de establecer rápidamente cadenas de suministro de material sanitario.

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Claudia Roa, VP de Ciencias de la Vida y Salud de DHL Américas, explicó en conferencia de prensa virtual que prevén que los principales retos para la distribución de la vacuna sean el manejo de temperatura y los volúmenes de distribución, por lo que la infraestructura actual podría quedar corta.

Señaló que los operadores logísticos requieren entender el proyecto de vacunación de los gobiernos y las zonas que atenderán para definir y ayudar a montar la logística correcta para todos los sitios. 

Hasta ahora, dijo, no hay claridad sobre los requisitos que se impongan para la transportación o si se requiere inversiones especiales de transporte y almacenamiento para atender el suministro.

“Todavía no hay claridad, pero tenemos una idea. Seguramente se va a tener que ampliar la capacidad de almacenamiento y también haciendo alianzas con proveedores cuando se requieran entregas de última milla en zonas remotas, con proveedores que cumplan con los requisitos”,

Claudia Roa, VP de Ciencias de la Vida y Salud de DHL Américas.

La líder de DHL indicó que la proveedora de servicios logísticos es sólida en el transporte de vacunas y productos farmacéuticos de temperatura fría, pero requiere planear los volúmenes para identificar el requerimiento de inversiones, de qué tipo y magnitud, y en dónde.

“Cuando se hace esta planeación hay que tener en cuenta los impactos y tiempo de duración que tiene cada empaque para mantener la temperatura, qué tipo de transporte se va usar. Entonces, es un tipo de análisis que se requiere hacer país por país, porque cada uno funciona de manera muy distinta”, detalló.

Añadió que tiene que haber mucha colaboración con gobiernos y organizaciones involucradas en los planes de vacunación para saber los destinos de distribución.

Para la compañía es importante comenzar a definir los puntos de destino, las rutas que se definirán y el tipo de transporte que se va a usar y, con ello, ofrecer visibilidad en tiempo real.

Países como Argentina, México y Brasil tienen algunos convenios para la manufactura de la vacuna. En este caso, apuntó, el desafío del transporte internacional se reduce. 

Probablemente para estas naciones, explicó, los esfuerzos logísticos estarán en la importación de materias primas y sustancias activas que se necesitarán para la manufactura. 

De acuerdo con la compañía, se tiene previsto suministrar vacunas en cantidades sin precedentes: más de 10 mil millones de dosis en todo el mundo. 

Para ofrecer una cobertura global de transportación con esta cifra de vacunas, se requerirán hasta 200 mil desplazamientos de contenedores, 15 millones de entregas en cajas refrigeradas y 15 mil vuelos. 

Con las vacunas del COVID-19 saltando rápidamente etapas en su desarrollo, es probable que se impongan rígidos requisitos en materia de temperatura (hasta -80°C) en determinados sueros para asegurar que se mantenga su eficacia durante el transporte y el almacenamiento. 

Esto plantea nuevos desafíos logísticos en la cadena de suministro existente para productos sanitarios, que normalmente distribuye vacunas a ~2–8°C.

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