A pesar de que el botón de emergencia en Jalisco pudiera ser bientencionado y, al menos las cifras oficiales, muestran avances significativos en la disminución de la movilidad en la entidad, dos transportistas de la región consideran que haber limitado el transporte público fue un desacierto.
Y es que este programa estatal para disminuir el riesgo de contagios por Covid-19 limitó horarios y actividades en todo el estado durante las dos semanas más recientes, sin embargo, tal parece que no considero las necesidades de movilidad de las personas que siguieron yendo a sus lugares de trabajo.
Enrique Dueñas, director general de Grúas Dueñas, celebró muchas medias del botón de emergencia, pues en estas dos semanas, dijo, sí se observó menos gente en las calles, en los centros de convivencia, súper mercados; no obstante, para muchos empleados del estado llegar a sus puntos de trabajo fue realmente complicado.
“Cuando restringieron la capacidad de las unidades de transporte público así como su flujo, pues las personas no tuvieron opción para moverse. Esto complicó mucho que el personal de las empresas llegara en tiempo y forma a sus centros de trabajo, de tal manera que nosotros como empresarios tuvimos que solventar el traslado de nuestros empleados, por su seguridad y porque no tenían otra opción”, señaló el empresario.
En esto coincide Alfredo Cárdenas, director general de Transportes Innovativos, quien explica que en la compañía tuvieron que implementar recorridos privados para dar servicio de transporte a su personal, toda vez que el servicio público era insuficiente.
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“Para nosotros lo más importante es nuestro personal. Y ahora con el botón de emergencia, muchos de nuestros colaboradores se quedaron sin opciones para trasladarse, de tal manera que tuvimos que invertir en proveerles el traslado, pues a pesar de que implicó un gasto, nos saldría más caro tener un contagio al interior de la compañía”, explica Cárdenas.
Ante este escenario, ambos empresarios consideran que ante un potencial regreso al semáforo rojo, las autoridades deberían considerar el flujo de vehículos de transporte público, para garantizar la movilidad de las personas que, por necesidad, necesiten desplazarse.
