La pandemia de COVID-19 y sus variantes son el principal factor de riesgo para el crecimiento de la economía global y de México para 2022. Ómicron (B.1.1.529) sacudió el viernes pasado a los mercados accionarios y provocó fuertes pérdidas en los precios de las materias primas, el West Texas Intermediate (WTI) se hundió el viernes 11.96% a 68.15 dólares por barril, por temores a nuevas restricciones a la movilidad en el mundo. 

La falta de información sobre ómicron, variante detectada en Sudáfrica, mantiene la aversión al riesgo y es uno de los elementos que ha llevado al tipo de cambio a superar los 22 pesos por dólar. De ser realmente ómicron una amenaza severa para la salud, la reacción observada en los mercados se dejarán sentir también en la economía real.

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Mientras se desconoce el alcance de ómicron (B.1.1.529) del SARS-CoV-2, en el escenario de riesgos para la economía global se mantienen los elevados costos logísticos, de los energéticos y las materias primas, así como las disrupciones experimentadas en las cadenas de suministro.

Los diversos males acarreados por la pandemia debilitaron el ritmo de recuperación de las distintas economías en 2021, de hecho, en octubre pasado el Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo en un punto porcentual, a 5.9 por ciento, su estimado para el Producto Interno Bruto (PIB) mundial para este año, y para 2022 estima un crecimiento de 4.9 por ciento.

En el caso de México, ajustó de 6.3 a 6.2% su pronóstico para el PIB de 2021, mientras que para el próximo año el recorte será de 4.2 a 4.0 por ciento. Sin embargo, hay proyecciones menos optimistas debido a que la tercera ola de COVID-19 debilitó la generación de empleos y la confianza del consumidor, factores que, junto con el alza de precios, pesan principalmente sobre la economía. 

Analistas ven complicado que el PIB nacional logre un incremento de 6.3% este 2021 y de 4.1% para 2022, como lo pronosticó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. En cuanto al año que está por comenzar, las proyecciones van de variaciones positivas de 2.5 a 3.0 por ciento, a tasa anual real.

Para 2022 prevemos un crecimiento del PIB de 2.6% en términos reales y, detrás de este pronóstico, estamos asumiendo que la reapertura económica seguirá adelante, siempre y cuando no surjan variantes del virus que sean resistentes a las vacunas”.

Alejandro Saldaña Brito, economista en jefe de Grupo Financiero Ve por Más.

Los pronósticos apuntan a que el comercio exterior del país continuará su expansión, beneficiando a la manufactura, y también sumará a un sector servicios más dinámico, favorecido por la continuidad en el avance de la vacunación de la población mexicana, así como por la normalización de los patrones de consumo.

Mayor movilidad, más servicios

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indican que los ingresos de las empresas dedicadas al comercio al por mayor se ubicaban, hasta agosto, en niveles superiores a la prepandemia; mientras que el comercio al por menor estaba 4.6% por debajo respecto al octavo mes de 2019. 

En contraste, los servicios privados no financieros mostraban mayores problemas para retomar el ritmo. El índice que mide los ingresos totales de los servicios de apoyo a los negocios y manejo de residuos y desechos, se ubicaba 44.5% real por debajo del registro de agosto de 2019. 

En el caso del índice de ingresos correspondientes a los servicios de esparcimiento, culturales, deportivos y otros recreativos, así como los de alojamiento temporal y preparación de alimentos y bebidas, la contracción fue de 37 y 20.5 por ciento, respectivamente, frente a agosto de 2019, al descontar los efectos de la inflación. 

Ante una menor actividad de generadores de carga, los transportes, correos y almacenamiento registraban un retroceso de 14.3% real en el lapso de referencia, según los últimos datos disponibles del Inegi. 

Respecto a este comportamiento, Saldaña Brito expuso: “Seguramente seguirá la recuperación conforme baje el contagio, y eso hará que la gente empiece a gastar más en servicios, porque el gasto está muy concentrado en la parte de bienes, que se benefició por los confinamientos”, añadió.

Del mismo modo se esperan mejoras para el turismo, que como señalan los datos del Inegi, aún tiene un rezago importante respecto a 2019. Sin embargo, más que las restricciones a la movilidad, la inflación se convierte en el primer obstáculo para su mayor recuperación.

La parte de los viajes y restaurantes puede tardar más en recuperarse, o verse más afectada por la inflación y la recuperación parcial que hemos visto en el empleo, porque la gente puede asumir el comportamiento de un gasto más defensivo ante el entorno económico”.

Alejandro Saldaña Brito, economista en jefe de Grupo Financiero Ve por Más.

Consultado por separado, Humberto Calzada Díaz, economista en jefe para Rankia LatAm, vislumbra la apertura de más rutas aéreas y un turismo internacional más activo en México, proveniente principalmente de Estados Unidos, país que ha tenido una veloz recuperación de los empleos, los salarios y, por lo tanto, de su economía.

Entre enero y septiembre de este año, México recibió apenas el 55% de los visitantes que arribaron en igual lapso dos años atrás, según datos del Inegi. De acuerdo con los economistas, en 2022, el turismo internacional tendrá un mayor dinamismo que el nacional. 

Exportaciones mantienen el ritmo en la economía

Las exportaciones son el primer motor de la economía que logró la recuperación –en octubre de 2020–, luego de la parálisis económica del segundo trimestre. Las series originales del InegiI muestran que a septiembre pasado crecían 22.2% anual, pese a que la manufactura (que representa el 88% del valor de las exportaciones) enfrenta disrupciones en las cadenas de suministro de distintas industrias, especialmente la automotriz. 

Saldaña Brito expone que las exportaciones mantendrán un ritmo saludable, beneficiando a la actividad manufacturera de México, y no descartó la llegada de nuevas inversiones al país atraídas por la necesidad de que más eslabones en las cadenas de producción se generen dentro de Norteamérica y así reducir la dependencia de insumos que provengan de regiones remotas, particularmente de Asia.

Analistas prevén que las exportaciones mexicanas crecerán alrededor de 3% en 2022, impulsadas por la economía de Estados Unidos, cuyo PIB tendrá una variación positiva de 5.2 y 4.4 por ciento, de acuerdo con proyecciones del FMI y Moody’s, respectivamente. Otros factores a favor del comercio exterior mexicano, son la certidumbre que brinda el T-MEC y las diferencias entre el país gobernado por Joe Biden y China, a cargo de Xi Jinping. 

Las alarmas están encendidas

Calzada Díaz advirtió que con una inflación estadounidense de 5.4% en septiembre, la más elevada desde 1990, la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés) podría llevar al Banco Central a realizar su primer incremento de tasa en la segunda mitad de 2022. 

Una inflación elevada podría obligar a los bancos centrales a tomar medidas más drásticas, políticas monetarias más restrictivas; y eso significaría un freno para las economías”. 

Humberto Calzada Díaz, economista en jefe para Rankia LatAm.

Para el caso de México, una política más restrictiva de la FED tiene efectos en el tipo de cambio; de hecho, para el próximo año se prevé cierre en 21.20 pesos por dólar, mientras que el cierre de 2021 se estima ronde los 20.50 pesos por dólar. 

El tema energético y de algunas materias primas, sigue manteniéndose al alza; ahí estamos viendo unas implicaciones importantes que tendrán un efecto negativo en el consumo, la manufactura y las exportaciones”. 

Humberto Calzada Díaz, economista en jefe para Rankia LatAm.

La última proyección para la inflación general, publicada por Banxico el 11 de noviembre, la ubica en 6.8% para el cierre de este 2021, mientras que se mantendrá por arriba del 5% en el primer trimestre de 2022 y tendrá una convergencia hacia la meta del Banco Central hasta el primer trimestre de 2023. 

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Adicionalmente, de fondo están los retos del país que mantienen la lenta recuperación económica, los cuales son la ausencia de programas e incentivos fiscales enfocados en apoyar a las MiPymes e incentivar la recuperación y generación de empleos en mejores condiciones salariales, así como ofrecer certidumbre para la inversión, la cual ahora mismo enciende los focos rojos ante la iniciativa de reforma eléctrica. 

El surgimiento de ómicron ha encendido las alertas en todo el mundo y ha derivado en la prohibición de vuelos en todo el mundo, mientras la Organización de las Naciones Unidas pide que las fronteras permanezcan abiertas. Así de vulnerable es la continuidad de la recuperación de la economía global, y de México, en un mundo sumergido en la pandemia.

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