Datos de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR) revelan que en el país se requieren 50,000 conductores de camiones y tractocamiones, problemática que el organismo ha mitigado a través de la profesionalización de empresas, así como alianzas con el sector público y privado para crear esquemas de capacitación.

En este camino, la participación de los empresarios transportistas es vital; por ello, el Termómetro TyT de esta semana se dio a la tarea de evaluar las acciones más efectivas para enfrentar esta situación que golpea a la operación del sector.

Así, el 42% de los 427 participantes en este ejercicio, es decir 180 votantes, consideró que generar mejoras laborales es el punto más importante. Este rubro incluye principalmente la remuneración económica que los operadores perciben por su trabajo.

Según la plataforma de empleos Indeed, el salario promedio en México para estos colaboradores es de 12,954 pesos, cifra basada en la oferta laboral de casi 5,000 empresas del sector, que incluyen vacantes en la distribución urbana o largo recorrido, conducción de camiones, tractocamiones o configuración full, así como en el segmento de carga o pasaje.

No obstante, el salario en sí mismo no representa la única variable en la mejora laboral. Existen otros aspectos como prestaciones de ley, horarios justos, así como ofrecer instalaciones adecuadas y trato digno a los conductores.

Sin embargo, la atracción de talento no es la única acción que los transportistas visualizan como opción para superar esta problemática. La creación de semilleros de operadores fue considerada por el 27% de los votantes (116).

Y es que actualmente, las empresas de autotransporte han apostado por crear sus propias escuelas para operadores en las que entrena a sus colaboradores bajo su filosofía y valores, al tiempo que abre las puertas a jóvenes con poca o nula experiencia.

En este renglón, la colaboración de la industria también ha sido fundamental. No es de sorprender que las principales armadoras del país se sumen a la causa y entreguen en comodato simuladores o unidades para que los aspirantes a operador tengan un espacio adecuado para practicar. Esta iniciativa se ha realizado principalmente de la mano de instituciones gubernamentales de educación ya sea estatales o afiliados a la Dirección General de Centros de Formación para el Trabajo (DGCFT).

Asimismo, la CANACAR ha manifestado que el sector puede sumarse al programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”, que la administración de Andrés López Obrador ha impulsado con el objetivo de integrar a este segmento de la población en actividades productivas y capacitarlos para dichas labores.

Por otro lado, el 22% de los participantes (94) en el Termómetro TyT consideró que crear programas de desarrollo es la acción más efectiva para combatir el déficit de operadores.

Este punto va de la mano con la profesionalización de las propias empresas que, al optimizar su organización, cuentan áreas de recursos humanos, atención psicológica, médica y nutricional, que le permiten dar seguimiento al desarrollo de cada uno de sus colaboradores.

Asimismo, contar con estímulos para aquellos operadores que registren menos accidentes o eficiencia de conducción es otra de las alternativas que las compañías pueden realizar. Incluso, hay empresas que comprenden que la difícil labor del conductor lo mantiene lejos de su casa y familia, por lo que buscan hacer actividades en las que integren a las familias o a la comunidad.

En este sentido, otras empresas transportistas han optado por crear programas de becas para los hijos de los operadores.

Finalmente, el 9% de los votantes (38) señaló que contar con vehículos seguros y cómodos es la mejor opción para combatir el déficit de operadores. Si bien la renovación de la flota es una necesidad a nivel nacional, las grandes empresas han optado por mantener estrictos programas de renovación vehicular en pro de la seguridad vial, su eficiencia operativa y la integridad y comodidad de sus operadores.