Recuerda que la creación de esta asociación le llevó de tres a cuatro meses, tiempo en el cual visitó una serie de dependencias gubernamentales para lograr el reconocimiento oficial: “Los fabricantes de unidades pesadas estaban viendo cambios y era hora de lograr el reconocimiento por parte de las autoridades del país”.

Jaime Serra Puche, en ese año titular de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (Secofi), firmó como testigo de honor la conformación de la ANPACT, donde firmaron el acta constitutiva tanto César Flores como Francisco Javier Rión del Olmo, director general de DINA Autobuses en 1992.

¿Se acuerda quienes lo acompañaron ese día a las oficinas de Serra Puche?

Claro, iba Don Gustavo Vildósola Castro (qepd), de Kenworth Méxicana;  Steve Knaebel, de Cummins; Ernesto Moya, de Dina Camiones y Francisco Rión del Olmo, de DINA Autobuses. En la presentación a medios ya estuvieron los demás directores.

En entrevista con TyT, explica que le tocó estar al frente de una generación de directivos de alto nivel que le permitieron trabajar con libertad en buscar de objetivos claros para la agrupación: “Desde meses antes iniciamos los trabajos, me tocó convencer de la viabilidad de la ANPACT a Irla Espinosa y Arturo Massuttier, quienes siguen como parte importante de la organización, ellos formaron parte fundamental de esos primeros meses”.

Flores Esquivel aseguró que ese año de 1992 era el momento ideal para la creación de la ANPACT, ya que el presidente Carlos Salinas de Gortari había diseñado cambios en el decreto automotriz, diferenciando las políticas para los fabricantes de automóviles y vehículos pesados: “Así nació la ANPACT, ahora se tenía que trabajar en estatutos y en logotipo para ser una organización seria, estable y lista para los retos a los que se iba enfrentar el país”.

El directivo que venía de laborar por 12 años en la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), estuvo al frente de la ANPACT hasta 1999, cuando regresó a la misma organización y ahora labora en una consultora internacional, explica que se da tiempo de echarle un vistazo a la industria de unidades pesadas. “Sí, claro, veo los cambios, analizo las estadísticas, ya no como antes pero la sigo con frecuencia”.

¿Tal vez si no tiene diesel en las venas por lo menos tiene gasolina?

Sigo siendo un enamorado de esta industria y tal vez soy lo más cercano a un híbrido.

En su paso por la ANPACT recuerda dos momentos de gran tensión. El primero en marzo de 1994 con el asesinado de Luis Donaldo Colosio, candidato a la presidencia de la República por el Partido Revolucionario Institucional (PRI): “Sí, habíamos trabajado juntos, éramos amigos y no merecía un final así”. El segundo fue a fines de 1995, cuando las cifras de la industria cayeron a niveles nunca antes vistos en México: “Nos agarraron con un mundo de inventarios de deudas, la industria necesitaba de ayuda para poder sobrevivir”.

De igual forma, él es el creador del concepto de la exposición de vehículos pesados más importarte del continente, Expo Transporte ANPACT: “Ese fue un acierto, en Guadalajara teníamos dos puntos fundamentales era una plaza neutral para todos y no teníamos la distracción de las oficinas de los directivos”, finalizó.