Los flujos de inversión extranjera directa (IED) favorecen a sectores que dependen en gran medida de las cadenas de valor globales, como la industria automotriz,  textil, la maquinaria y la electrónica, de acuerdo con un reporte de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD) . 

La IED mundial a nivel mundial avanzó 3%, superior a las estimaciones de analistas y terminó el año en un estimado de 1,37 billones de dólares, según el último Monitor de Tendencias de Inversión Global de la UNCTAD.

El informe de UNCTAD destaca que el repunte general de la IED fue impulsado principalmente por unas pocas economías «conductoras» europeas, que a menudo actúan como intermediarias para la IED destinada a otras naciones.

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Los flujos de IED favorecieron a las cadenas de valor que participan en la industria automotriz, textil, maquinaria y electrónica.

En tanto que en sectores como los semiconductores registró una disminución del 10% en el número de proyectos totalmente nuevos y una caída del 39% en su valor, tras un sólido crecimiento en 2022.

Perspectiva

Durante 2023 México, la segunda economía más grande de América Latina, experimentó un avance de 21% en los flujos de IED, que ascendieron a 43,900 millones de dólares, comparado con el año anterior.

Estados Unidos, el principal receptor de IED del mundo, experimentó una caída del 3% en sus flujos de inversión

Los flujos de IED cayeron un modesto 1% en África y se mantuvieron estables en América Latina y el Caribe, gracias en parte a aumentos en Centroamérica y México. 

De acuerdo con el informe de la UNCTAD existe una preocupante disminución en los anuncios de proyectos de inversión internacionales el año pasado, especialmente en financiación de proyectos y fusiones y adquisiciones, que disminuyeron un 21% y un 16%, respectivamente.

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Los anuncios de proyectos totalmente nuevos disminuyeron un 6% en número, pero crecieron un 6% en valor, impulsados ​​en parte por la industria manufacturera.

De cara al futuro, la UNCTAD estima un aumento modesto de los flujos de IED en 2024, citando la estabilización de la inflación y los costos de endeudamiento en los principales mercados.

Pero advierte que persisten riesgos importantes, incluidas tensiones geopolíticas, deuda creciente en muchos países y preocupaciones sobre una mayor fragmentación económica global.

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