En 2019 hubo un absoluto retroceso para la regulación del autotransporte de carga; sin embargo, 2020 será crucial para demostrar que empresas y gobiernos podemos trabajar en un esquema de ordenamiento en beneficio de los ciudadanos y la economía, sostuvo Felipe de Javier Peña, Presidente de la Comisión de Transporte de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin). 

«En su desesperación por ordenar el tránsito en las ciudades, los Gobiernos de estados y municipios están emitiendo reglamentos e impulsando iniciativas  de ley, donde erróneamente señalan como su principal problema al autotransporte de carga».

Felipe de Javier Peña.

Como consecuencia, añadió, han optado por políticas restrictivas y medidas recaudatorias como solución de un problema de movilidad que, sin duda tiene remedio; en cambio, lo que provocan es una daño a las empresas y restan competitividad para los estados.

«Al final del día hay una gran reflexión sobre lo que pasa y lo que tenemos que hacer, la primera parte es hacerle ver a los gobiernos de los estados que la mejor forma de trabajar es de la mano y ordenadamente sentarnos a analizar cada situación para ver exactamente dónde está su aforo vehicular, dónde está el problema de movilidad en sus ciudades».

Con esta visión los transportistas del país, agrupados a la Concamin, están dispuestos a enfrentar las políticas de Yucatán, el municipio de Querétaro, Ciudad de México, Quintana Roo, Sonora, Baja California Sur, Michoacán, Nuevo León, Jalisco y quienes este 2020 coloquen en su agenda la necesidad de solucionar los problemas viales en sus comunidades. 

A finales de 2019, Jalisco se colocó en el foco de atención con la incorporación a su Ley de Ingresos 2020 de un cobro por 6,000 pesos para que vehículos pesados puedan circular en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) – medida que finalmente fue eliminada -, a esto se sumaron restricciones de horarios para operar.

Otro caso es Yucatán, estado que realizó cambios a sus leyes de Transporte y Hacienda para cobrar desde 591.43 pesos hasta los 29,000 pesos a las unidades pesadas de servicio particular por maniobrar, cargar y descargar en la entidad, medida que dejó fuera al transporte de carga federal. 

A los casos recaudatorios, se suman los esfuerzos por limitar los horarios de circulación del transporte de carga, así como de las rutas y zonas de acceso para los transportistas, en al menos cinco estados más del país. 

Peña Dueñas manifestó su preocupación por la generalización de estas medidas de cada vez más estados y municipios,  y su aprobación por la regulación y no la restricción.

Prevé que los mecanismos de autorregulación en horarios y rutas se implementarán de forma paulatina por más gobiernos locales, hasta convertirse en una estrategia nacional. Lo cual será positivo, siempre y cuando se definan dee forma conjunta empresas y autoridades. 

«Cada vez tenemos (los transportistas y usuarios del transporte) más experiencia. Esto nos permite autorregularnos para dejar de circular tres o cuatro horas en la mañana, obteniendo con ello muy buenos resultados». 

2020: oportunidades 

Después de las experiencias vividas en 2019, los transportistas están convencidos de que este 2020 se tendrán los primeros resultados medibles de las estrategias empleadas en entidades como Jalisco y Nuevo León, lo cual ayudará a cada gobierno a identificar aquellos casos de éxito. 

Este 2020 será medular para poder demostrar que si le apuesta a una regulación, esquemas de autorregulación, ordenamiento en las empresas, en la industria, modernización del parque vehicular.

Si estas medidas las aplicas a principios de año, como está pasando, pues vas poder medir los resultados en cuatro, cinco o seis meses para decir si realmente funcionan”. 

Ante la creciente preocupación de las autoridades del país por ordenar su tránsito local, la estrategia de los transportistas este 2020 no será esperar la expedición de leyes recaudatorias o restrictivas para posteriormente gestionarlas, litigarlas o recurrir a los amparos, lo cual calificó de lamentable.

Su visión es acercarse a donde hay este tipo de problemática, adoptar las medidas que ya existen y funcionan en otros lados, como una primera respuesta a las inquietudes de la sociedad. 

“Los estados deben darse cuenta que la Movilidad no es un traje a la medida, se acerquen a la industria y trabajen de la mano para ayudarse a hacer un traje específico a las necesidades de cada entidad y buscar la forma de solucionarlo”.

Sostuvo que, para conseguir la convivencia entre los ciudadanos y el transporte, a partir de este 2020 los gobiernos se deben basar en tres principios.

Se trata de la seguridad vial; la existencia de horarios y zonas de circulación e infraestructura; y por último, un enfoque real de Movilidad, pues la recaudación solo atenta contra la competitividad de las empresas y las ciudades, sostuvo el Presidente de la Comisión de Transporte de Concamin.