Sin lugar a dudas la rueda ha sido uno de los inventos más representativos en el desarrollo de la humanidad, ya que llegó para facilitar la transportación de las cargas convirtiéndose en un elemento básico para el progreso. Primero fueron de piedra, luego de madera, más tarde de metal hasta llegar al hule. Siguiendo su evolución, el neumático se consolidó como el enlace directo entre el vehículo y el suelo ya que le brinda dirección y control a la unidad.
Con el paso de los años la industria automotriz afianzó su desarrollo y generando innumerables beneficios, sin embargo, también ha generado una gran cantidad de llantas de desecho, y el número aumenta diariamente. De acuerdo con las estadísticas de la Organización Mundial para la Salud y el Medio Ambiente, las llantas de desecho en el mundo son más de 3 billones y se prevé que incremente a razón de un billón por año. En México se estima que se desechan alrededor de 28,900,000 neumáticos cada año. Esta situación llamada “contaminación negra” tiene preocupados y ocupados a prácticamente todos los gobiernos del mundo.
Según las estadísticas de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, en 2011 se movieron 3,264,000,000 usuarios en transporte terrestre, lo que demuestra que el 98.7% del transporte es por tierra. Esta cifra nos da una idea de la cantidad de llantas que se utilizan y que eventualmente serán desechadas.
La disposición final de un neumático
Los neumáticos están compuestos principalmente de hule, acero y fibra textil, los dos primeros elementos son totalmente aprovechables en la fabricación de otros productos, esencialmente el hule ya que el acero constituye aproximadamente el 7% del material utilizado para fabricar un neumático.
Poco a poco se está creando mayor consciencia sobre la disposición final de los neumáticos, ya que tardan en degradarse de manera natural hasta 500 años. Antes (aunque sigue siendo una práctica común) las llantas se quemaban generando residuos tóxicos al medio ambiente o se dejaban en el abandono al aire libre motivando la incubación de mosquitos que producen enfermedades como el dengue y la fiebre amarilla.
Hoy, afortunadamente la historia ha cambiado y podemos encontrar puntos de venta dispuestos a recibir las llantas usadas sin ningún costo para hacer un aporte positivo al medio ambiente.
El mercado de las llantas y las asociaciones relacionadas con este sector ahora contribuyen y promueven, por medio de programas de recolección, al reciclaje de llantas usadas y la separación de sus componentes para convertirlas en materia prima de otros procesos y productos como: soportes, topes, señalización y pasto sintético entre otros. También:
- Como combustible alterno en el coprocesamiento en las cementeras.
- En la pavimentación de carreteras: con el caucho reciclado de las llantas usadas se pueden pavimentar carreteras, es utilizado en la colocación de concreto hidráulico o asfalto ahulado
- Fórmulas para impermeabilización
- En canchas sintéticas y otras pistas deportivas: por medio de la trituración de las llantas se puede obtener el material para las canchas de futbol sintéticas y otros escenarios para la práctica del deporte.
- En la elaboración de juguetes y parques para niños: muchos juguetes y espacios públicos para niños son fabricados con caucho reciclado de llantas usadas.
- Como materia prima para la construcción: las llantas recicladas dejan la materia prima necesaria para la elaboración de materiales acústicos para la construcción.
- En la fabricación de suelas de los zapatos se utiliza caucho reciclado.
- Tapetes: en la elaboración de tapetes se toma como insumo el neumático reciclado.
- Columpios, y mobiliario son algunos de los usos más creativos de las llantas usadas.
- Bolsos, carteras, maletas y correas: el neumático de las llantas usadas sirve para la elaboración de diferentes accesorios como remplazo del cuero u otro tipo de materiales sintéticos.
Los métodos
La industria del reciclaje tiene varios métodos para procesar llantas y plásticos de desecho, pero la manera más eficiente, minuciosa e ideal es el método químico. En los países industrializados, los métodos tradicionales de altos costos de operación y poco beneficio económico, son subsidiados por los gobiernos. No obstante, debido al desfavorable balance de lo que entra contra lo que sale, el negocio de estas empresas se estanca rápidamente. Una de las tecnologías de reciclaje de neumáticos más empleadas para la producción de combustibles y carbón negro es la pirólisis. Comparándola con los procesos tradicionales en términos de seguridad, medio ambiente y rentabilidad ha resultado sumamente eficiente. Desde el punto de vista de costo operativo y rentabilidad la conversión de llantas y plásticos de desecho por el proceso de pirolisis tiene un impacto significativo en quienes lo seleccionan.
Otras tecnologías para el reciclaje de llantas en desuso son: el reuso, el reclicaje mecánico, la termólisis, la gasificación, la desvulcanización y la combustión.
Es indudable que el reciclaje y la reutilización de productos generan conciencia ambiental y crean un entorno más sano para la generaciones actuales y las futuras.
