Del error a la predicción: una nueva década de mantenimiento

Este 2025 marcó un punto de inflexión en la forma en que las flotas pesadas gestionan su salud mecánica. Este año, el taller dejó de ser sólo un espacio de reparación para convertirse en un centro de datos. La adopción creciente de sensores, Inteligencia Artificial (IA), visión periférica y mantenimiento predictivo reforzó una nueva narrativa: la eficiencia no se mide sólo en kilómetros, sino en información procesada. 

Este cierre de año es un buen momento para reflexionar sobre lo que cambió, lo que se consolidó y lo que aún necesita evolucionar.

Desde el primer trimestre, los sensores inteligentes comenzaron a ganar protagonismo en el mantenimiento de flotas. Temperatura, presión, vibración, torque y desgaste ya no son datos aislados, sino insumos procesados por sistemas inteligentes. Empresas de telemetría, así como las armadoras de equipo original (OEM, por sus siglas en inglés), incorporaron soluciones que van más allá de la telemetría: ahora generan diagnósticos preventivos y predictivos.

Las cámaras periféricas 360° dejaron de ser exclusivas de seguridad: hoy colaboran en la detección de anomalías visuales que pueden convertirse en fallas mecánicas. La IA interpreta patrones que antes requerían años de experiencia técnica.

Del piloto a la operación

Este año, hubo flotas ejemplares que desarrollaron buenas prácticas y se diferenciaron del resto con implementaciones, tales como tableros de monitoreo predictivo y analítica en tiempo real. El impacto fue concreto: menos tiempos muertos, más alertas tempranas y mejores decisiones operativas.

Otras empresas, aunque en fases más exploratorias, comenzaron a conectar datos de sensores con áreas de mantenimiento. Este año se consolidó el entendimiento de que la tecnología debe estar integrada a la operación diaria, no aislada como un proyecto TI.

En mi artículo de abril de este año en este canal en el que Revista Transportes y Turismo me ha permitido compartir, escribí la gran experiencia en Nashville en la edición 2025 del TMC, donde quedó claro que el futuro no se discute: se demuestra. Camiones como el Volvo VNR y el Tesla Semi mostraron cómo una flota con sensores e IA puede anticipar fallas, optimizar mantenimientos y operar con eficiencia energética.

De igual manera les compartía en mi artículo del mes pasado que de en Run on Less 2025, los datos en condiciones reales ofrecieron evidencia de que el mantenimiento inteligente no es una promesa lejana: es una decisión posible. La clave está en integrar datos de forma contextual y accionable.

Leer: Run on Less 2025: lecciones para el transporte mexicano

Lo que aún falta: talento, integración y visión

A pesar de los avances, muchos talleres aún operan con modelos correctivos o preventivos desarticulados. La adopción de plataformas predictivas requiere inversión, sí, pero sobre todo planeación, voluntad para capacitar talento, romper silos entre operaciones y mantenimiento, y leer los datos como activos estratégicos.

No basta con tener sensores: hay que saber interpretarlos. No basta con digitalizar reportes: hay que convertirlos en decisiones. En 2026, el verdadero salto no es tecnológico, sino cultural. El mantenimiento inteligente se consolida cuando los datos se guían a las manos correctas. Este 2025 nos dejó esa enseñanza: el diagnóstico ya no nace de la falla, sino de la anticipación. Que el próximo año nos encuentre más conectados, más preparados y más estratégicos.

Porque el futuro del transporte no se repara: se predice.

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Acerca de José Gutiérrez: es socio fundador de la firma de consultoría HIGHPERCONS, la cual se enfoca en diseño de estrategias, eficiencia de flotas y manejo óptimo de talleres, y es el director de Enlace Industrial para NACFE LATAM. Para ahondar en temas de mantenimiento y/o gestión de flota, pueden contactarlo en: jose.gutierrez@highpercons.com o jose.gutierrez@nacfe.org

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