La gestión adecuada de una flota de autotransporte se basa en el registro y análisis de datos puntuales como trazado de rutas, medición sistemática del consumo de combustible y mantenimiento de cada unidad, entre otros factores que varían de acuerdo con cada empresa.

Seguir esta disciplina trae consigo el mejor aprovechamiento de los recursos de la empresa. No obstante, Tom Tom Telematics identificó los errores más comunes en los que incurren las empresas y que pueden mermar su rentabilidad.

1. Vehículos sin mantenimiento. Dejar un vehículo en el taller es una molestia para las empresas, porque supone tiempo no facturable; sin embargo, no darles el mantenimiento adecuado puede traer consigo costos mayores.

“El 30% del costo de propiedad de un vehículo depende de cómo se procura el óptimo mantenimiento, abarca desde la revisión de llantas, realizar verificaciones en tiempo y forma,  cambios de aceite, compra de aditivos, anticongelantes y, por supuesto, la supervisión de personal calificado”, señalaron expertos de TomTom Telematics.

2. Elección de vehículos de poco rendimiento. Un aspecto fundamental al momento de elegir una unidad debe ser la posibilidad de ofrecer un rendimiento óptimo. De igual forma, debe privilegiarse la configuración del vehículo con base en los requerimientos de cada flota. Conocer la  operación a detalle y estar bien asesorados sobre la oferta disponible en el mercado es fundamental para elegir la unidad ideal para cada necesidad.

3. No monitorear el estilo de manejo. Este es otro de los errores más frecuentes. Resulta fundamental identificar y monitorear cómo se comporta cada operador al volante, pues conocer sus áreas de oportunidad será necesario para brindarles la capacitación adecuada, prevenir malas prácticas,  incrementar la seguridad y alcanzar niveles óptimos de rendimiento de combustible.

4. Posponer el cambio de unidades. Se trata de una inversión importante a nivel financiero, pero a final de cuentas, el deterioro de la flota generará un aumento de costos a corto, mediano y largo plazo. Un parque vehicular antiguo trae consigo mayores costos de mantenimiento, incremento en el consumo de combustible y mayores riesgos durante su operación. 

5. Resistirse a la innovación. Estar abierto a las nuevas tecnologías es una inversión en pro de la mejora continua, que puede generar nuevos procesos, oportunidades de negocio y mejorar así la calidad del servicio de la empresa. La incorporación de tecnologías como las plataformas de gestión de flotas pueden ayudar a identificar la operación de los vehículos en tiempo real y tomar las mejores decisiones en momentos clave. La inversión en este tipo de sistemas, precisó  TomTom Telematics, podría representar entre un 15 y 20% en la reducción de costos, en general.