Pese a que el transporte por ferrocarril e intermodal tienen amplias ventajas para el movimiento de carga, se mantiene el dominio del autotransporte, este desbalance requiere una atención urgente para cambiar esta tendencia y con ello atender las nuevas demandas de inversión por nearshoring.

El Instituto Mexicano del Transporte (IMT) expone que del movimiento de carga en el país, 75% de las toneladas-kilómetro están a cargo del autotransporte y la cuarta parte restante del ferrocarril.

Al medir la siniestralidad, el consumo energético y las emisiones de Gases de Efecto Invernadero, más algunas estimaciones sobre ingresos y ganancias por tonelada y tonelada-kilómetro, confirman que el modelo actual de transporte terrestre del país es ineficiente.

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De traducir sus impactos a costos, el transporte en México posiblemente resulte caro y, por tanto, desfavorable a la competitividad productiva y comercial, se refiere en el estudio

Esta desproporción entre la carga movilizada por el ferrocarril y el autotransporte no sólo es grande, sino que las tendencias no vislumbran cambios hacia la disminución de ese desbalance, sostiene el IMT. 

La tendencia en sí misma, reclama ya atención urgente, pero más aún, de cara a la reconfiguración geográfica de una buena parte de la producción mundial y sus cadenas de suministro, sostiene el IMT.

México es considerado uno de los espacios atractivos para la localización de procesos de manufactura, ubicados hasta antes de la pandemia de Covid-19 en otras regiones del mundo y que hoy, en aras de competitividad económica necesitan acercarse al gran mercado de Norteamérica.

Desinterés

En el estudio “El transporte intermodal ante el desequilibrio del transporte terrestre de carga en México”, el IMT expone que las empresas concesionarias del servicio de carga ferroviario, no se aprecia interés por incorporar a su atención nuevos espacios productivos.

“El aumento anual de sus volúmenes de carga es resultado del incremento de producción y, en consecuencia, de demanda de transporte de sus usuarios ya habituales”, se cita.

En la última década, el crecimiento del ferrocarril ha sido del 2.1% para el volumen anual y de 2.3% en cuanto a toneladas- kilómetro (t-km); no obstante, su participación porcentual en términos del volumen total de la carga ferroviaria y de las t-km, no registra incrementos.

Asimismo las áreas atendidas por el ferrocarril son básicamente son las mismas, nueve zonas industriales y los puertos y pasos fronterizos entre los que se mueven las cadenas de suministro de la producción manufacturera vinculada al comercio exterior.

En tanto que en el movimiento de carga proveniente de los puertos, la participación del ferrocarril en el movimiento de carga ha disminuido en los últimos diez años

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Por ejemplo, en Manzanillo pasó de una participación de 17.1% en 2010 a 9.6% en 2021, en Lázaro Cárdenas dicha participación se redujo en más de la mitad y en Veracruz, prácticamente a la mitad.

Para lograr un modelo sostenible de transporte, el IMT refiere que es importante contar con alternativas de organización que complementen las ventajas de cada modo de transporte.

Lo anterior, con el fin de reducir los costos provocados por los accidentes carreteros, los causados por las demoras relacionadas con la congestión de las vías y los relacionados con los daños ambientales.

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