En 1987, Carlos Fernández Martínez decidió cumplir un sueño: compró un tractocamión GMC en Corpus Christi, Texas, con la firme intención de crear su propia empresa de transporte en su natal Nuevo Laredo, Tamaulipas; aunque aquel inicio no fue tan fácil.

Un grupo sindical —por entonces muy influyente— no les permitió sentar las bases de la compañía de este lado de la frontera, así que Transportes FEMA tuvo que nacer en Laredo, Texas, pero sin perder su sangre mexicana. 

La vocación inicial de la empresa fue el cruce fronterizo. El servicio de transfer como la actividad que habría de sembrar las primeras acciones en aquella remota época y que, a la larga, terminarían por cosechar años más tarde.

En aquel entonces, la frontera de Nuevo Laredo ya se posicionaba como la más importante del país, y no solo eso, ya que, en 1994, con la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el intercambio comercial en la región se potencializó de una forma muy considerable. Este acuerdo comercial trajo consigo cambios radicales en la parte laboral; se acabaron los cacicazgos sindicales y esto permitió que FEMA finalmente estableciera sus raíces en Nuevo Laredo. 

Con la bonanza que trajo la firma de este tratado, Transportes FEMA pudo consolidar su primera etapa, en la que también forjó sus principios, sus valores y la forma en que enfrentaría el nuevo siglo, ya que el futuro en aquel momento era realmente prometedor.

Con la llegada del milenio y un ascenso en el intercambio comercial México Estados Unidos, aparecieron nuevas oportunidades. FEMA arranca en 2003 su servicio de carretera, lo que sin duda abonó al crecimiento y expansión de sus operaciones y marcó un hito en su historia. 

Un tercer parteaguas en los 35 años recorridos por FEMA es la importante renovación de su equipo de transporte, consolidada sobre todo en el año 2015 y que ha permitido transformar los paradigmas de servicio, puesto que ahora cuentan con una flota más moderna y segura, además de que han invertido mucho en capacitación y apertura de nuevos puntos de servicio. 

La gran familia FEMA, el principal logro

Antes de identificar los tres grandes retos que también han marcado la historia de la compañía, es importante destacar el crecimiento de los colaboradores en todo el país, de tal manera que ahora son toda una familia, comprometida con los valores y propósitos de la empresa.

Después de las personas, para Transportes FEMA también ha sido vital la construcción de una infraestructura sólida y solvente, a fin de estar un paso adelante en términos de servicio, ya que siempre cuentan con lo necesario para suministrar y atender la demanda, desde sistemas y tecnología hasta instalaciones modernas y confiables.

Por si fuera poco, la visión hacia el futuro ha proyectado un camino lleno de capacitación constante, al grado de que en su filosofía existe la frase “FEMA hazlo”, porque cuando se trata de satisfacer a los clientes, se hace lo que se tenga que hacer.

Los grandes retos a los que se ha enfrentado Transportes FEMA en estos 35 años no han sido pocos, pero se identifican tres de forma puntual. 

El primero, sin duda, fue la crisis de 2008, de la que salieron adelante debido a que en ese momento se encontraban capitalizados y con finanzas sanas.

Años después, en 2013, tuvieron un terrible accidente en Laredo, Texas, con su filial REDCO, y cuya lección les permitió descubrir qué tan resilientes pueden llegar a ser. 

Asimismo, la pandemia de COVID-19 trajo distintas lecciones respecto a la importancia de la vida y la salud, de modo que la empresa tuvo que invertir en desarrollar e implementar todo un aparato sanitario para enfrentar al virus y garantizar la integridad de sus colaboradores y proveedores. 

En la actualidad, la familia FEMA está compuesta por más de 1,300 colaboradores, distribuidores en seis terminales y cuenta con una flota vehicular de 733 tractocamiones y 1,981 remolques, ahora con proyecciones de crecimiento muy importantes.

De cara al futuro y a los próximos 35 años, Transportes FEMA seguirá siendo fiel a su filosofía y a sus valores, como la pasión por el servicio, su enfoque en la calidad, la responsabilidad, el respeto mutuo, la innovación y la transparencia. 

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Y es así como en el futuro inmediato su terminal de Querétaro se convertirá en un espacio más moderno y funcional, para afianzar su posicionamiento en el Bajío y aprovechar el dinamismo logístico de esta región del país. También están trabajando en la construcción de un gobierno corporativo para ser más precisos en la toma de decisiones, en la gestión, administración y operación de la empresa.