Si bien la principal causa de los accidentes carreteros están relacionados con el factor humano, hay un porcentaje importante que apunta a las fallas mecánicas, que si bien puede ser falta de mantenimiento, los incidentes siempre están latentes, como puede ser quedarte sin frenos. 

En este contexto, hoy revisaremos recomendaciones sobre lo que se puede y NO se debe hacer ante un escenario tal, empezando, claro, por llevar un programa de mantenimiento preventivo para disminuir cualquier riesgo de incidente en la carretera. 

Especialistas, estudiosos y, por supuesto, los usuarios, coinciden en que una de las  principales causas para quedarse sin frenos en la carretera es por la falta de líquido en el sistema. 

Y es que cualquier fuga puede hacer que el sistema se drene y aumentar el riesgo de que esto suceda. 

Esto también es perceptible, ya que al presionar el pedal, si éste no tiene resistencia (se va hasta el fondo), lo más probable es que no tenga líquido, aunque este síntoma suele ser gradual, de tal manera que en cuanto sientas que va perdiendo presión, hay que dar aviso al equipo de mantenimiento. 

También las altas temperaturas están relacionadas con algún tipo de falla en el sistema de frenos, ya que, además en las carreteras las velocidades son mayores, y junto con la cantidad de veces se pisa el pedal, se genera la fricción necesaria para reducir o frenar un auto o camión sea mucho mayor. 

En el caso de los líquidos de frenos, se designa un rango de temperatura operacional. 

En caso de exceder de forma extrema la temperatura límite, puede dilatarse y frenar el vehículo inesperadamente. 

También puede evaporarse, haciendo parecer que el sistema no tiene líquido, razón por lo que conocer bien las exigencias del vehículo juega un papel determinante al elegir adecuadamente el líquido de frenos. 

Como síntoma de que esto está ocurriendo, al presionar el pedal se siente como si estuviéramos pisando una esponja, y aun cuando se ejerce esta presión, la unidad no frena.

Por otro lado, el desgaste de los frenos es un caso un poco más extremo, pero puede pasar. 

¿Cómo reaccionar en estos casos?

Lo primero que debemos considerar antes de entrar en una rampa de frenado es si existe una manera de lograr frenado por completo.

En una bajada, por ejemplo, hay que pasar al carril de rebase, encender las luces de emergencia, y mientras vas avanzando, toca la bocina para alertar a los conductores que se encuentran a tu alrededor.

Con las transmisiones manuales, en tanto, puedes sustituir el sistema de frenos con la transmisión, es decir, con el freno de motor, hasta conseguir una velocidad menor a 30 kilómetros por hora, en la que se puede utilizar el freno de emergencia. 

En caso de hacer ésto, hay que sostener con firmeza el volante, pues el vehículo podría perder estabilidad. 

Por supuesto, si es un camino plano o de subida, la inercia será la gran aliada, de tal manera que el reto será hallar el lugar adecuado para frenar por completo. 

¿Qué es lo que NO debes hacer en estos casos?

Por ningún motivo apagues el vehículo, ya que las tecnologías modernas tienen todos los sistemas electrónicos. 

Por tanto, al eliminar la corriente lo único que lograrás será cerrar el flujo del poco líquido de los frenos que queda y endurecer la dirección, lo que volverá el auto más incontrolable.

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Tampoco es recomendable activar el freno de mano a altas velocidades, ya que esto puede ocasionar que el vehículo vuelque debido a la velocidad y a que el bloqueo de las llantas traseras, al activar el freno de mano, haga que gire hacia el sitio donde encuentre una menor fricción.