A pesar de los largos periodos de aislamiento que tienen a bordo de su unidad, los operadores de carga de largo recorrido no están exentos de contraer, propagar o presentar síntomas de la enfermedad COVID-19; por lo que es necesario que las flotas estén preparadas incluso si su conductor es afectado en pleno viaje.

Atendiendo a esta cuestión, los expertos del Consejo de Mantenimiento y Tecnología (CMT) México señalaron que el primer punto es diseñar un plan de acción, el cual esté coordinado con el propio conductor y su familia.

Durante el webinar “¿Qué aspectos deben considerar los conductores de camiones, sus jefes y empresas ante el COVID-19?”, organizado por esta agrupación, Fermín Luis Torres recalcó la importancia de que la empresa, dentro de su plan, tenga perfectamente ubicados en el trayecto los consultorios y doctores que pudieran brindar atención al operador. También se debe contemplar el tratamiento y primeras recomendaciones ante síntomas de COVID-19.

Asimismo, se debe precisar quién y cómo terminará el viaje asignado.

“Y el plan del regreso del operador, tiene que estar planificado. No se puede improvisar cuando se tenga una situación de ésta”, expresó el también Gerente General de Keego.

Por su parte, Manuel Berthely comentó un aspecto clave es contar con un operador y unidad comodín, esto con la finalidad de se pueda hacer un reemplazo y, con todos los protocolos necesarios, llevar de regreso el vehículo del operador enfermo para que cumpla con su debido proceso de sanitización.

Este comodín sería responsable de terminar el viaje; sin embargo, el también asesor comercial y de servicios de Mexicolven reconoció que es complicado para las flotas tener disponibilidad de personal y unidad, pero el deber ser es cumplir con la entrega sin comprometer la integridad de sus colaboradores.

Los expertos del CMT México destacaron que las empresas deben promover entre sus colaboradores si tienen algún síntoma de enfermedad. Además, es fundamental que los que tienen diagnóstico de COVID-19 no deben regresar al trabajo hasta que reúnan los criterios para suspender el aislamiento en casa, de acuerdo a lo establecido por las instituciones de salud.

De igual forma, las flotas deben tener en cuenta que algunos operadores pueden tener mayor riesgo de enfermarse gravemente; por ejemplo, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.

Berthely destacó que las empresas deben designar a una persona quien sea el responsable de responder las inquietudes acerca del COVID-19 entre sus colaboradores, así como quién será responsable de dar seguimiento al plan con los conductores que pudieran tener esta enfermedad en el camino.

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