En días recientes, la presentación del Metrobusito en redes sociales acaparó completamente la atención; pero este pequeño Metrobús es más que una unidad capaz de enternecer hasta al más sobrio de los amantes a los autobuses, pues más bien forma parte de un proyecto experimental de electromovilidad desarrollado por el Gobierno de la Ciudad de México, con el apoyo de la academia y la iniciativa privada.

Germán Carmona, quien lidera este proyecto en la trinchera del Instituto de Ingeniería de la UNAM, explica el Metrobusito es un vehículo ligeramente más pequeño que los microbuses que hace algunos años estaban por toda la capital. Y es justo su tamaño lo que lo convierte en un candidato ideal para el modelo de movilidad barrial en el que ha trabajado la Secretaría de Movilidad de la CDMX (SEMOVI).

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Si bien el Sistema Metrobús es el responsable de determinar las rutas en las que se circulará este vehículo, Carmona Paredes ve en el Metrobusito posibilidades de aplicación en diversas zonas de la ciudad como Coyoacán o Xochimilco, que se caracterizan por sus calles reducidas en las que los autobuses convencionales crean conflictos viales.

¡A rodar!

Germán Carmona espera que este mismo mes arranquen las pruebas de este vehículo, en las que se busca revisar su uso en distintas rutas del Metrobús, las cuales prevé que sean aquellas que cuentan con estaciones a nivel banqueta, como las que circulan por Reforma y el Centro Histórico.

Como parte de estos experimentos, también se pondrá a prueba en el Bosque de Chapultepec, en donde la SEMOVI y la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA) analizan las necesidades de movilidad del proyecto de la Cuarta Sección de Chapultepec.

“La idea es que entre semana estemos usándolo y monitoreándolo en alguna ruta de Metrobús y los fines de semana se estarán haciendo también en el Bosque de Chapultepec”, menciona y reitera que, en ambos casos, las dependencias capitalinas están por determinar las rutas.

Chiquito pero rendidor

El académico de la Coordinación de Mecánica y Energía del Instituto de Ingeniería de la UNAM explica que lo que se busca es conocer su aplicación en la movilidad de la CDMX, toda vez que la tecnología de Metrobusito ya ha sido comprobada.

“Es un vehículo en el que hemos estado haciendo muchas mediciones en temas de energía. Lo que queremos hacer, desde la parte de la academia, es tener información certera de las necesidades de energía para un vehículo eléctrico en rutas específicas de la Ciudad de México”, expresa en entrevista para TyT.

Entre las características que ha demostrado el Metrobusito es una autonomía de 200 kilómetros con un banco de baterías de 88 kilowatt-hora (kWh): “Prácticamente 2.15 kWh, que también es parte de los parámetros que queremos verificar en cada ruta. Es distinto en cada una, no es lo mismo una muy plana, de mucho tráfico o muy poco, y más velocidad”, puntualiza.

Germán Carmona precisa que para poder recargar esos 88 kWh se requiere un par de horas con la infraestructura adecuada de una carga en corriente directa DC de 50 kW, la cual es parte de lo que Metrobús está instalando en sus patios para también proveer autobuses más que pronto también iniciarán pruebas.

Respecto a su capacidad, detalla que el Metrobusito cuenta con una rampa de acceso universal y, en sus seis metros de largo, dispone de 10 asientos fijos y dos abatibles (para dar espacio a una silla de ruedas); se trata de espacio para hasta personas 12 sentadas y 10 de pie: un total de 22 pasajeros.

El Metrobusito es de la marca turca Karsan, integrado por un motor canadiense y equipado con un sistema de baterías de la BMW.

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Una triada por la electromovilidad

Si bien desde mediados de los 90 la UNAM ya ha realizado avances en materia de electromovilidad –poniendo en operación dos minibuses eléctricos en 1996 y 2000, respectivamente– esta nueva oportunidad para investigar más sobre los alcances de este tipo de unidades para el transporte público es gracias a la colaboración conjunta de autoridades, iniciativa privada y academia.

Compartió que con la administración de Claudia Sheinbaum se ha podido trabajar en ente renglón y se tiene claro que la movilidad eléctrica hoy es una realidad en la parte de técnica: “Lo que tenemos claro es la electromovilidad aplicada a transporte público es el futuro inmediato”.

Mientras que en la arista de la industria privada, están respaldados por la empresa VEMO, que adquirió al Metrobusito: “Estamos trabajando de la mano para tener toda la información; desde luego nos interesa el costo beneficio para ver cuánto tiempo de financiamiento se requiere en los distintos tamaños de vehículos, en las distintas rutas”, expresa.

Electrizante camino por recorrer

Sumado al proyecto del Metrobusito, Germán Carmona señala que hay otras aristas en las que están trabajando para lograr una plena adopción de la movilidad eléctrica.

Con el Gobierno de la Ciudad de México atienden el contar con alguna Norma Mexicana para la regulación de los tipos de conectores y el tipo de recarga que se debe aplicar, es decir, incentivar la recarga nocturna para sacarle mayor provecho a la capacidad y red eléctrica ya instalada: “Desde este punto de estrategia podemos sacarle más provecho a la capacidad actual instalada y eso requiere, desde luego, regulación”.

Agrega que, entre los proyectos que trabajan, se encuentra el desarrollo de soluciones nacionales. “Tengo el compromiso de revivir un par de minibuses que hicimos en la UNAM hace muchos años pero ya con el corazón del vehículo –que es el tren motriz– diseñado y fabricado en México”, revela.

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Además, con la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la capital (SECTEI), colaboran en un programa de apoyo para el desarrollo de diversos tipos de vehículos eléctricos, desde mototaxis hasta autobuses de nueve y 12 metros. “Estos proyectos están en proceso de desarrollo. Han tenido un retraso por el tema de la pandemia, pero esperamos que el año que entra podamos tener los primeros avances”.