En un comunicado este organismo afirmó que lo que la Industria en general y algunas empresas de manera individual han promovido es un mecanismo de revisión legal que se conoce como juicios de nulidad y que lo que se busca es garantizar que el procedimiento de elaboración, expedición y publicación de la norma 163 cumpla con todas las disposiciones de ley.

Eduardo Solís, presidente de la AMIA, dijo que continuará buscando un diálogo con las autoridades federales responsables de Energía y de Medio Ambiente para alcanzar una norma eficiente, funcional y alcanzable en nuestro país. “Desafortunadamente, esa comunicación no se ha logrado desde que inició el proceso formal de elaboración de esta norma. La falta de diálogo ha sido consignada por toda la industria, incluso en las propias reuniones formales de los Comités de normalización”.

En el documento ha manifestado su reiterado apoyo a la puesta en vigor en México de una norma basada en la norma americana Corporate Average Fuel Economy (CAFE), que incluya todas las características que permiten que la norma en EE.UU. sea viable y exitosa.

Este organismo realizó un análisis con expertos reconocidos internacionalmente, con la finalidad de elaborar una propuesta que se basara en la regulación americana. Sin embargo, el proyecto de norma que se encuentra en la Comisión federal de mejora regulatoria (COFEMER), al no tener todos los mecanismos de cumplimiento que si están presentes en la norma americana CAFE, promueve el consumo de autos usados en nuestro país, un resultado perverso para las emisiones de gases de efecto invernadero y la eficiencia energética.

AMIA informó que la industria automotriz lleva a cabo importantes inversiones con un claro compromiso con el desarrollo tecnológico, la eficiencia energética y la mitigación de gases de efecto invernadero en un claro beneficio para el consumidor mexicano.

El proyecto de norma tiene resultados muy limitados en materia de mitigación de gases de efecto invernadero. AMIA calcula que las toneladas de CO2 netas mitigadas con la regulación en los próximos 33 años sólo llega a 8.4 millones de toneladas, cantidad equivalente a las emisiones de CO2 de los autos usados importados que han entrado a nuestro país en los últimos cuatro años.

El Profesor Carlos Canfield Rivera, investigador de la Universidad Anáhuac, señaló en días pasados en una ponencia en el foro de Green Solutions 2012, que la mitigación anual de CO2 como resultado de la aplicación de esta norma es de sólo 354,500 toneladas por año.