El autotransporte ha sido declarado por el Gobierno federal como actividad esencial, por lo que las empresas de este sector podrán continuar operando en medio de la contingencia por COVID-19; sin embargo, entre los transportistas hay preocupación de las implicaciones de mantener a su compañía trabajando.

Por ello, el Termómetro TyT de esta semana evaluó dicha preocupación, logrando la participación de 1,058 usuarios de Twitter, a través de @revistatyt.

De acuerdo con este ejercicio de opinión, la máxima preocupación de los transportistas es la continuidad de operación, rubro que concentró el 37.7% de los votos, es decir, 398 del total.

Para ello, la flota requiere aplicar una estrategia que para proteger, en primer lugar, su capital humano. Esquemas de home office para el equipo administrativo y extremar higiene del personal operativo será clave para disminuir las probabilidades de un contagio en la empresa.

Particularmente con los colaboradores que continúan trabajando, diversas empresas han compartido con TyT que promueven el constante lavado de manos y la sana distancia, al tiempo que ofrecen espacios limpios –oficinas, talleres, unidades– y monitoreo de su estado de salud.

Otra preocupación de los transportistas es el flujo de efectivo en su empresa, aspecto que concentró el 33.2% de la participación, unos 351 votos.

Si bien los transportistas ya venían resintiendo en ese renglón debido a la falta de estímulos fiscales en el combustible y el complicado contexto económico en general, la situación se agrava ante un escenario de desaceleración.

De acuerdo con PKF México, para algunas flotas habrá disminución en sus ingresos, derivado de una caída en el consumo por restricciones impuestas por el Gobierno. La consultora agrega que la preocupación aumenta cuando se considera que, sin un estímulo fiscal, a las empresas se les complicará sostener las plazas laborales.

Por ello, cúpulas empresariales han solicitado el diferimiento del pago de impuestos, medida que se ha implementado en sexenios pasados y, en ocasiones, por catástrofes naturales.

El Termómetro TyT revela que otra preocupación de las flotas es la inseguridad carretera, que logró el 19.4% de la participación, es decir, 204 opiniones a favor. El tema no es nuevo. Si bien el Gobierno federal, a través del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) ha reportado una baja en la incidencia de este delito en los últimos meses, la percepción del sector es que este problema continúa.

Ahora les preocupa que, con menos vehículos en las carreteras y aumento en el valor de ciertos productos –como de salud e higiene–, los vehículos de carga sean aún más vulnerables a la delincuencia.

Finalmente, al 10.1% (105) de los participantes en el Termómetro TyT les preocupa prever escenarios futuros. Si bien las empresas continúan operando sin contratiempos y las industrias con las que trabajan aún requieren servicios, la desaceleración económica y la disminución en el consumo será un efecto dominó que llegará a todos los rubros.

Aunque todavía es incierto cuándo se restablecerá completamente la actividad económica en México y el resto del mundo, los empresarios deben administrar bien sus ingresos, proyectar sus inversiones y proteger a su capital humano.

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