En 2050 el 100% de los vehículos en México deben ser eléctricos, con estaciones de carga cada 5 kilómetros, aseguró Diana Guzmán, subsecretaria de Planeación y Política Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

En el marco del 2° Foro Nacional de Autoridades sobre Movilidad, Guzmán detalló que esta meta va de acuerdo con la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica.

Para ello indicó que se trabaja para el establecimiento de las bases y pautas sobre los requerimientos y prioridades ambientales, técnicas, tecnológicas, financieras, legales, institucionales y administrativas.

Además, se promueven esquemas de incentivos que permitan posicionar a nivel nacional la movilidad eléctrica. Asimismo, adelantó que México alista su primer proyecto para producir baterías con vehículos eléctricos.

En una meta más cercana, aseguró que, al 2030, el compromiso es que el 50% de las ventas de vehículos ligeros y pesados sean eléctricos e híbridos eléctricos conectables.

En ese sentido, Angélica Mazorra. gerente técnica de WRI México, señaló que la transición energética del transporte hacia la electromovilidad es un proceso que requiere la construcción de un ecosistema y una adecuada gobernanza.

También destacó que existen retos en términos de financiamiento, de infraestructura eléctrica y baterías, cada contexto, indicó, es particular por lo que no existe una fórmula perfecta.

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Existen dificultades para articular los planes de ciudades y su continuidad con la electromovilidad. Se han generado diversos incentivos, pero la masificación de la electromovilidad no se viabiliza a corto plazo, y esquemas energéticos favorables a combustibles fósiles y/o energía eléctrica costosa retrasan el proceso.

Angélica Mazorra. gerente técnica de WRI México.

Al respecto, Pawan Mulukutla, director del Programa de Movilidad Limpia y Tecnología en Energía de WRI enumeró los componentes que deben integrar la transición de los vehículos eléctricos:

  • Participación de las partes interesadas y el diálogo social entre sindicatos, trabajadores y empresas
  • Permitir la inclusión de comunidades locales y grupos demográficos subrepresentados entre los beneficiarios de los puestos de trabajo creados en la industria de los vehículos eléctricos.
  • asegurar que las comunidades y el desarrollo regional continúen prosperando en todas las áreas y garantizar que la fuerza laboral existente no se vea afectada negativamente, en particular los trabajadores mayores e informales.

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