El planeta no puede rebasar los dos grados de temperatura porque los efectos climáticos serían catastróficos, por ello, se requiere disminuir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), y Cummins ya tiene listos los planes para continuar contribuyendo en la reducción de la huella de carbono.
“Pensando en que cada cliente tiene necesidades diferentes, Cummins ha desarrollado nueva tecnología; son motores que en el futuro podrán trabajar con diésel, gas natural e hidrógeno”, dijo Jorge Machuca, Director Comercial de Motores para Hispanoamérica de Cummins.
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Comentó que debido a que el transporte genera la tercera parte de las emisiones contaminantes, y a que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) puso como objetivos globales la disminución de GEI en 45% para 2030, Cummins se dio a la tarea de crear las tecnologías y las soluciones necesarias para que los transportistas puedan hacer frente a la transición energética que demanda el cambio climático.
“Cummis está apostando a dos caminos, si bien tenemos tecnología Euro VI y tecnología a gas natural, muy a futuro le estamos apostando a las celdas de combustible, pero también a motores como los flexibles (agnósticos), que pueden trabajar con hidrógeno”, expresó en entrevista para TyT, en el marco de Expo Foro Movilidad 2024.
Explicó que con los motores agnósticos que fabrica Cummins, se tiene la capacidad de adaptar la tecnología para el uso de energéticos más limpios como el gas natural o el hidrógeno.
“Agnóstico quiere decir flexible, entonces nuestros motores tienen la flexibilidad de instalarse y trabajar con diferentes combustibles; no es el mismo motor, pero prácticamente es la misma base o core, solo se cambian algunos componentes de fábrica”, detalló el directivo”.
Jorge Machuca, Director Comercial de Motores para Hispanoamérica de Cummins.
Una ventaja de los motores agnósticos o flexibles de Cummins es que su configuración es similar a los motores de combustión interna, “entonces, los clientes van a transitar a una tecnología que ya conocen porque las transmisiones seguirían siendo las mismas, los ejes también, es decir, prácticamente toda la red de distribución está lista, porque sería solo agregar un producto a todo el portafolio que ya tienen”, agregó.
En cuanto al otro camino que mencionó Jorge Machuca en la evolución de Cummins para mitigar la huella de carbono, son las celdas de combustible a hidrógeno, las cuales, proyecta que se utilizarán a largo plazo, ya que antes, el transporte en México debe transitar paso a paso en los cambios tecnológicos.
Compartió que a diferencia de los motores agnósticos, las celdas de combustible no cuentan con tantas partes móviles, como ejes o transmisiones, por mencionar algunas.
“Las celdas de combustible prácticamente son una membrana; son el cátodo y el ánodo, que son las terminales en donde se utilizan metales preciosos, y todo esto está en una cápsula con algunos otros componentes”, amplió.
Aunque Cummins ya se prepara para cuando el sector esté listo para utilizar el hidrógeno mediante celdas, este proyecto continuará creciendo a la par de las necesidades y capacidades de los transportistas, así como de la disponibilidad de este energético en el país.
En ese sentido, contó que Cummins trabaja de la mano del gobierno federal en una hoja de ruta sobre las necesidades y condiciones para explorar el hidrógeno “y para saber en qué momento se tienen que introducir las nuevas tecnologías”, dijo.
Transición energética
Jorge Machuca expresó que al igual que el transporte se adaptó al uso de gas natural, poco a poco tendrá que ajustarse a las nuevas tecnologías que buscan ser menos dañinas para el ambiente, por lo que la ruta “natural” es transitar del diésel al gas natural, luego a la electromovilidad y de ahí, al hidrógeno.
“No es posible que para todos sea la misma solución, habrá quien tenga que pasar a gas natural o a la tecnología más nueva de diésel, así como a las tecnologías futuras de electrificación, la pregunta es ¿cuándo es el tiempo apropiado para dar el siguiente paso tecnológico?”, comentó
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Al respecto, explicó que todo dependerá de las capacidades de los transportistas como de la oferta tecnológica y del abastecimiento de los combustibles o del hidrógeno, sin embargo, recomendó a los interesados en adquirir tecnologías más limpias, hacer un análisis de acuerdo a sus necesidades.
“Hay que revisar la operación, hay que ver en qué tiempo toca saltar a qué tipo de tecnología, no podemos todos correr a una, hay que revisar la operación para ver cuál va ser la ruta que va llevar a reducir las emisiones hacia 2030 y 2050, y en Cummins estamos listos para asesorarlos”, destacó.
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