Si bien Cummins Inc. dispone de una serie de tecnologías muy avanzadas en materia de electromovilidad y combustible alternativos, reconoce que el gas natural es una excelente opción para contribuir a la reducción de emisiones y reducir los costos operativos de las flotas.

Actualmente, el gas natural alimenta a más de 175,000 vehículos en los Estados Unidos y a 23 millones en todo el mundo, pues ha demostrado ser una  alternativa ideal al diésel para aplicaciones pesadas y medianas, expresó Cummins mediante un comunicado.

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Ante los objetivos de reducción de emisiones contaminantes establecidos por varias empresas a nivel global, el gas natural, compartió el fabricante, resulta una óptima opción, pues los motores basados en esta tecnología proporcionan potencia, aceleración y velocidad crucero equiparables a los de diésel.

El gas natural puede reducir las emisiones de hidrocarburos, dióxido de carbono (CO2), óxido nitroso y otros gases de efecto invernadero (GEI). El tamaño de la reducción depende del tipo de vehículo, el ciclo de trabajo y la calibración del motor. Los vehículos que utilizan gas natural comprimido (GNC) pueden reducir sus emisiones de GEI entre 13 y 18 por ciento, cifra que se incrementa cuando se utiliza gas natural renovable (GNC) o una mezcla de los dos.

Los vehículos a gas natural también ofrecen beneficios adicionales de calidad del aire, pues casi no emiten partículas, compuestos orgánicos volátiles o monóxido de carbono.

También hay otros riesgos ambientales que pueden eliminarse mediante el uso de este combustible; por ejemplo, el gas natural no puede derramarse porque es más ligero que el aire, tampoco causa contaminación del suelo como lo haría un derrame de diésel o gasolina.

Los motores de gas natural cumplen con estrictas normas ambientales con controles de emisiones menos complicados. 

Cummins manifestó que también se pueden lograr ahorros mediante la conversión de vehículos convencionales para que funcionen con gas natural. De igual forma, los fabricantes de equipos originales automotrices ofrecen versiones con base en este combustible de sus vehículos medianos y pesados.

Otra ventaja de estas motorizaciones es que las estaciones de carga de gas natural también pueden ser menos costosas que las de hidrógeno (H2) o vehículos eléctricos. 

De igual forma, la compañía expresó que el gas natural cuesta menos que la gasolina y el diésel. Los precios de este combustible se han mantenido relativamente estables durante 20 años, factor que ayuda a las flotas a pronosticar de forma más certera sus costos de operación. 

Los motores a gas natural, compartió Cummins, pueden ayudar a las empresas de autotransporte a reducir sus emisiones totales y sus costos operativos.