El transporte público en México es responsable de movilizar al 40% de la población, de ahí la importancia de ofrecer un parque vehicular moderno, seguro y eficiente. Con el objetivo de lograr esta meta, Miguel Elizalde, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT) y Alejandro López, presidente de la Asociación Mexicana de Autoridades de Movilidad (AMAM), exploraron los aspectos necesarios para impulsar la renovación de la flota.

Alrededor de 50 millones de personas utilizan el transporte público para trasladarse a sus diferentes actividades, señaló el dirigente de la AMAM, quien añadió que, con un sueldo mensual promedio de $7,000, este porcentaje de la población destina cerca del 19% de sus ingresos a los traslados.

En tanto, con base en las cifras de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Miguel Elizalde compartió que actualmente están registrados ante esta dependencia 107 mil autobuses foráneos, siendo 2003 el año modelo promedio.

Con base en esta estadística, dijo, el 47% de este parque vehicular rebasa los 15 años de antigüedad, situación que evidencia la necesidad de fomentar la renovación de unidades, pues solo así podrá privilegiarse la seguridad, eficiencia y reducción de emisiones contaminantes; factores que no solo benefician a los usuarios de los autobuses, sino al resto de la población, pues derivan en vialidades más seguras y acceso a una mejor calidad del aire.

A la fecha, señaló Elizalde, se comercializan al año alrededor de 9,000 unidades de pasajeros en México; no obstante, al mismo tiempo ingresan al país 2,700 autobuses importados usados, con una antigüedad promedio de 12.5 años.

En ese sentido, el presiente ejecutivo de la ANPACT comentó qué México tiene un amplio potencial de renovación, el cual vislumbra por encima de las 15,000 unidades. Para tener acceso a ese ritmo acelerado, señaló que es necesario fomentar la profesionalización de las empresas de transporte, el acceso al financiamiento, poner orden al marco regulatorio y supervisar su cumplimiento.

De igual forma, Alejandro López coincidió en que esta evolución del transporte debe basarse en mejores condiciones para los usuarios, objetivo que demanda un mayor nivel de profesionalización de los operadores y la posibilidad de acceder al financiamiento público y bancario.

Solo así, dijo, será posible acceder a unidades más modernas, amigables con el ambiente y capaces de posicionar al transporte público como una alternativa para moverse de forma segura, confortable, ágil y capaz de sustituir el uso de vehículos particulares.

“Es momento de ver al transporte público como una solución y como un detonante de la recuperación económica “, enfatizó.

Asimismo, Miguel Elizalde reiteró que el transporte público requiere de los recursos que se designen del presupuesto de egresos, pues son fundamentales para la renovación.

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