Consciente de que las celdas de combustible son clave para hacer realidad la operación totalmente eléctrica de vehículos pesados de largo recorrido, Bosch anunció que también producirá esta tecnología en sus instalaciones de Anderson, Carolina del Sur, con una inversión de más de 200 millones de dólares (mdd)

La compañía que se especializa en tecnologías de propulsión y tren motriz creará al menos 350 nuevos puestos de trabajo para el comienzo de producción en 2026.

Como parte de la estrategia local para esta factoría de Bosch, las celdas de combustible producidas en Anderson impulsarán camiones a ​​hidrógeno que llegarán a las carreteras de Estados Unidos en los próximos años. 

Y es que una celda de combustible funciona utilizando hidrógeno para generar energía eléctrica. A medida que los iones de hidrógeno pasan por las placas de las celdas de combustible, se combinan con el oxígeno para generar electricidad. El único subproducto es el agua, lo que permite que el vehículo funcione con cero emisiones locales de carbono. Cuando el hidrógeno se produce utilizando energía renovable, también llamada hidrógeno verde, las celdas de combustible permiten que los vehículos funcionen casi sin CO2.

Especialmente para vehículos pesados, esta tecnología tiene una mejor huella de carbono que las baterías exclusivamente eléctricas cuando se suman las emisiones de CO2 para la producción, operación y eliminación, según una investigación realizada por Bosch.

“La economía del hidrógeno es muy prometedora y en Bosch estamos todos involucrados”, comentó Mike Mansuetti, Presidente de Bosch en Norteamérica. “Este es un hito significativo ya que anunciamos la primera producción relacionada con celdas de combustible para Bosch en EU para respaldar la creciente demanda de nuestros clientes locales como parte de un enfoque diverso de la tecnología del tren motriz”.

Para la compañía de origen alemán, las posibilidades largamente esperadas que presentan las celdas de combustible continúan convirtiéndose en una realidad a nivel mundial y en Estados Unidos. Esta tecnología presenta una opción viable para el transporte de mercancías neutral en vehículos Clase 8, donde la batería eléctrica por sí sola todavía presenta desafíos debido al tamaño y peso. 

La instalación de Bosch Anderson ya comenzó a trabajar en la expansión para respaldar a los nuevos desarrollos. Las mejoras incluyen un espacio estimado de 147,000 pies cuadrados que se desarrollará para fabricar las celdas de combustible.

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Bosch tiene una larga presencia en Anderson, donde comenzó a producir rieles de combustible en 1985. Sus operaciones se han expandido a múltiples productos dentro del sector empresarial Bosch Mobility Solutions, incluidos sensores y unidades de control electrónico para el sistema de propulsión.

“La inversión y los puestos de trabajo proporcionados por esta nueva tecnología son significativos para el condado de Anderson y para nuestra colaboración de larga data con Bosch como uno de los mayores empleadores locales”, dijo Tommy Dunn, Presidente del Consejo del condado de Anderson.