La asociación civil informó que el reemplazo de los microbuses por autobuses en la Ciudad de México no está logrando reducir los tiempos de traslado, aspecto vital para los usuarios y que es una condición básica para lograr el objetivo planteado por el Jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, en su reciente visita a Italia: que los automovilistas “dejen estacionado el coche” y usen el transporte público.

Para ello, un factor básico es garantizar que las velocidades de los autobuses sean en promedio de 25 kilómetros por hora, en condiciones seguras para usuarios y peatones. Esto significa garantizar que cuenten con carriles exclusivos, los cuales no sean obstaculizados por congestionamientos, comercio ambulante, carga y descarga de productos, entrada y salida de vehículos particulares o por coches estacionados.

Hasta el momento, estos problemas se presentan en el recién inaugurado Corredor Revolución (de San Ángel a Chapultepec), donde el transporte público tarda una hora en recorrer 10 kilómetros en “horas pico”, lo que representa una velocidad promedio de 10 km/h. Con un carril preferencial, los autobuses podrían hacer el recorrido en 24 minutos.

De igual forma, en el corredor Congreso-Viga-Tepito (de Escuela Naval Militar a Martín Carrera) el transporte público tarda 2 horas en recorrer 24 kilómetros, con una velocidad promedio de 12 km/h. En condiciones preferenciales de circulación, tardaría 57 minutos.

Asimismo, aunque el Programa anuncia que en los nuevos corredores el transporte público tendrá “carril semiconfinado”, éste no será funcional si se le ubica en el costado derecho de la vialidad.

Un ejemplo es el caso del Corredor Cero Emisiones del Eje Central, donde los trolebuses se ven forzados a disminuir su velocidad debido al congestionamiento vial, ya que otros vehículos invaden el carril “semiconfinado” sobre todo en zonas comerciales (como el Centro Histórico), en las entradas a estacionamientos, en el acceso a servicios y para dar vuelta a la derecha en los cruceros.

“La solución real ha sido colocar los carriles semiconfinados en el centro de la vialidad, como se ha hecho con las líneas de Metrobús. Eso ha permitido que el servicio del transporte público sea más rápido. En Insurgentes se redujeron los tiempos de traslado en 40%, al bajar de 2:40 horas a 1:25 horas el cruce de la ciudad, de Indios Verdes a El Caminero. Además, los índices de accidentalidad disminuyeron en 30%”, comentó Gerardo Moncada, director de Transporte eficiente y Calidad del aire en El Poder del Consumidor.