La Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria (ENVI) del Parlamento Europeo adoptó su posición sobre las modificaciones a la propuesta original para establecer las normas Euro 7 en la Unión Europea (UE).

Con 52 votos a favor, 32 en contra y una abstención, los eurodiputados estuvieron de acuerdo con los niveles propuestos por la Comisión para las emisiones contaminantes –como óxidos de nitrógeno, partículas, monóxido de carbono y amoníaco–.

Destaca que se han incluido plazos de aplicación específicos para diversas disposiciones de Euro 7, vinculados a la entrada en vigor de toda la legislación secundaria. Los eurodiputados piden a la Comisión que finalice esta legislación secundaria en un plazo de 12 meses a partir de la entrada en vigor de la legislación primaria. 

Una vez hecho esto, los fabricantes de vehículos ligeros tendrían 24 meses y los de vehículos pesados ​​tendrían 48 meses para cumplir.

La excepción de la Comisión para la entrada en vigor de los requisitos Euro 7 para los pequeños productores de unidades ligeras se mantendría al 1º de julio de 2030; sin embargo, los eurodiputados propusieron como nueva fecha el 1º de julio de 2031, para los pequeños fabricantes de vehículos pesados. 

Sobre el tema, el eurodiputado Alexandr Vondra comentó que han logrado un equilibrio entre los objetivos medioambientales y los intereses vitales de los OEM: “Sería contraproducente implementar políticas medioambientales que perjudiquen tanto a la industria europea como a sus ciudadanos. A través de nuestro compromiso, servimos a los intereses de todas las partes involucradas y nos mantenemos alejados de posiciones extremas”.

Por su parte, Raluca Marian, Directora de Defensa de la UE de International Road Transport Union (IRU), se dijo satisfecha de que los eurodiputados hayan adoptado un calendario más realista y hayan decidido mantener en gran medida los protocolos Euro 6 / VI: “Una vez más, la razón parece haber prevalecido, equilibrando el desempeño ambiental con el costo de actualizar las tecnologías”.

A través de un comunicado, la Asociación Europea de Fabricantes de Automotores (ACEA, por sus siglas en francés) señaló que la posición del Parlamento Europeo sobre las normas Euro 7 refleja mejor las preocupaciones de la industria en comparación con la propuesta de la Comisión Europea, pero aún se necesitan más mejoras.

Sigrid de Vries, Directora General del organismo que agrupa a fabricantes de vehículos pesados y ligeros en el viejo continente, comentó que no se deben subestimar los avances y aportes de las tecnologías Euro VI / 6 en la reducción de las emisiones: “Es sencillamente incorrecto describir los vehículos Euro 6 / VI como ‘altamente contaminantes’, como hacen algunas partes interesadas. Estas regulaciones han cumplido y siguen haciéndolo”, externó.

Por ello, antes de la votación del pleno del Parlamento el próximo mes, la ACEA hizo un llamado a eurodiputados a votar por una regulación definitiva Euro 7 sensata y proporcionada.

Leer: Europa necesita 105,000 conductores de autobuses

Van por objetivos de reducción de emisiones más flexibles

Por otro lado, el Consejo Europeo llegó a un acuerdo (“Orientación General”) sobre una propuesta para actualizar y reforzar el Reglamento sobre las normas de emisión de CO2 para vehículos pesados. 

El objetivo es reducir aún más las emisiones de CO2 en el sector autotransporte e introducir nuevas metas para 2030, 2035 y 2040. 

La propuesta también pretende fomentar una proporción cada vez mayor de vehículos de emisiones cero en el parque vehicular en la UE, garantizando al mismo tiempo que se preserven y mejoren la innovación en el sector y su competitividad.

Esta iniciativa del Consejo amplía el alcance del reglamento para que casi todos los vehículos pesados nuevos con emisiones de CO2 certificadas –incluidos camiones pequeños, autobuses urbanos y foráneos, así como remolques– estén sujetos a objetivos de reducción de emisiones.

Respecto a las metas, se determinó:

  • Reducción de emisiones del 45% a partir de 2030 (la propuesta anterior es del 30%)
  • Reducción del 65% de emisiones a partir de 2035
  • Reducción del 90% de emisiones a partir de 2040

Concretamente para las cero emisiones de los autobuses urbanos, la enmienda introduce un objetivo de emisiones cero del 100% de aquí a 2035, al tiempo que establece un objetivo intermedio del 85% para esta categoría de aquí a 2030.

Sobre el tema, la IRU destacó que el Consejo apoya un objetivo poco realista de reducción de emisiones del 45% para los fabricantes a partir de 2030, lo que representa un aumento del 15% en comparación con los objetivos actuales de la normativa estándar de CO2. Para 2040, el objetivo aumentará al 90 por ciento. 

“En términos prácticos, esto significa que dentro de sólo seis años, no más de la mitad de los camiones y buses foráneos nuevos producidos tendrán las mismas tecnologías que vemos hoy en las carreteras. Esto ignora por completo la realidad de que la infraestructura para las unidades cero emisiones no estará lista para un despliegue masivo en áreas urbanas y redes de carreteras de la UE”, comentó Raluca Marian.

Por su parte, De Vries hizo un llamado al Parlamento Europeo a hacer más para alinear estrechamente los niveles de ambición establecidos para los fabricantes con los de otras partes interesadas.

“Al fin y al cabo, la disponibilidad de vehículos de cero emisiones es sólo una parte del rompecabezas. Ya sean camiones o buses foráneos de batería o de hidrógeno, nuestros fabricantes están invirtiendo miles de millones en tecnologías que impulsarán la transición verde de Europa para el transporte pesado. Pero en un mercado B2B, debería haber un énfasis mucho mayor en las condiciones propicias”, dijo.

El siguiente paso es que la Orientación General constituya el mandato del Consejo para las negociaciones con el Parlamento Europeo sobre la forma definitiva del acto legislativo. El resultado de las negociaciones deberá ser adoptado formalmente por ambas entidades. 

Te invitamos a escuchar el nuevo episodio de nuestro podcast Ruta TyT: