La International Brotherhood of Teamsters, el sindicato de transportistas más representativo de Estados Unidos, está en contra de la apertura de la frontera a transportistas mexicanos y consideran un fracaso el programa transfronterizo.

“De nada valió el gasto de decenas de millones de dólares en medidas de seguridad, el programa transfronterizo ha fallado en todos los sentidos”, declaró en un comunicado James Hoffa, líder de los transportistas.

En el mismo sentido se mostró la Asociación de Conductores y Propietarios Independientes de Camiones (OOIDA, por sus siglas en inglés), que en una carta enviada a la Administración Federal de Seguridad en el Autotransporte (FMCSA en inglés), señalaron que el programa que concluyó el pasado 13 de octubre incluía la participación de 46 transportistas con al menos 4,100 inspecciones, destinadas a recabar los datos para obtener una estadística válida.

Sin embargo, indicaron, solo participaron 15 empresas (entre más de 132,000 domiciliadas en México), y en las 5,172 inspecciones que registraron al 10 de julio de 2014, solo dos compañías representaron 81% del total contabilizado.

Los resultados del programa transfronterizo se encuentra en análisis y ahora el Congreso estadounidense deberá decidir si cumple con el acuerdo sobre el autotransporte del TLCAN y permite la entrada de los transportistas de carga mexicanos o bien, si se arriesga a otra represalia comercial, tal como sucedió en 2009, cuando el gobierno mexicano impuso aranceles a 90 productos de ese país, algo que se espera suceda a principios del 2015.

Por lo pronto, al concluir el programa la FMCSA informó que las empresas mexicanas que participaron podrán seguir operando con sus 55 tractocamiones en ese país.

“Confío plenamente en que el Departamento de Transporte y el Comité Asesor de Seguridad en el Autotransporte, lleguen a la misma conclusión que nosotros, el programa de camiones con los mexicanos ha fallado”, reiteró Hoffa.